El primer vuelo con inmigrantes que decidieron ser “autodeportados” partió de del estado de Texas con rumbo a Honduras y Colombia con 64 personas a bordo, informó el Departamento de Seguridad Interior (DHS) de Estados Unidos.
Desde que empezó su segundo mandato el pasado 20 enero, el presidente Donald Trump asumió drásticas medidas para aplacar la migración e impulsó una campaña que exhorta a los extranjeros en situación irregular a “autodeportarse”.
El pasado 9 de mayo el mandatario estadounidense instauró por decreto el proyecto “Vuelta a casa” que muestra a estos inmigrantes una elección: “Salir de Estados Unidos voluntariamente, con el apoyo y la asistencia financiera del gobierno federal, o quedarse y enfrentar las consecuencias”.
Por consecuencias se entiende, según cita el decreto, expulsión, enjuiciamiento, encarcelación, multas, embargo de salarios y la confiscación de ahorros y propiedades personales, incluyendo viviendas y vehículos.
Con estas medidas la Administración Trump tiene el propósito de apresurar las expulsiones a un costo muy inferior a los vuelos de deportación tradicionales.
“Hoy, el DHS llevó a cabo su primer vuelo chárter del proyecto Vuelta a Casa de 64 personas que voluntariamente decidieron autodeportarse a sus países de origen de Honduras y Colombia”, afirmó la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, citada en un comunicado.
Cada inmigrante recibió ayuda para el viaje, 1.000 dólares y conserva la posibilidad de poder regresar a Estados Unidos legalmente en el futuro, indicó el DHS.
Los 38 autodeportados hondureños, entre ellos 19 niños, fueron recibidos en el aeropuerto de San Pedro Sula. Recibieron a su llegada el equivalente a 200 dólares en efectivo y cupones de alimentos, tras ser recibidos por funcionarios del gobierno de la presidenta Xiomara Castro.
Wilson Sáenz, de 22 años, refirió que había emigrado en septiembre de 2024 desde Puerto Cortés, en el Caribe hondureño, en busca de mejores condiciones de vida. Se quedó en Texas, donde ocasionalmente trabajaba en el sector de la construcción.
El joven le dijo a las agencias internacionales de noticias que lo entrevistaron que optó por autodeportarse porque “ya no había trabajo”. Sin embargo, manifestó que va a solicitar visa para poder regresar a Estados Unidos.
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Otra que regresó a Honduras fue Iris Díaz, de 32 años, con sus dos hijos, de 9 y 5 años, quien tomó esta decisión después de que su esposo fuera deportado.
“Ya viéndose sola ella allá, tomó la decisión de autodeportarse”, relató a los periodistas su padre, Ernesto Díaz, de 65 años.
Los 26 autodeportados de Colombia recibirán en ese pais servicios sociales, según el DHS.