Las protestas contra la brutalidad policiaca y el racismo continuaron el pasado fin de semana en varias ciudades de Florida, entre ellas una en los alrededores del club de golf del presidente estadounidense, Donald Trump, en Miami-Dade, en medio del anuncio de jefes policiales de la entidad de crear una nueva política sobre el uso de la fuerza.
La Asociación de Jefes de Policía del estado de Florida creará estas nuevas directrices, según informó a los medios de comunicación locales Anthony Holloway, jefe de Policía de la ciudad de San Petersburg (Hillsborough), en la costa oeste floridana.
Holloway, quien es afroamericano, manifestó que la asociación lo seleccionó para seleccionar un comité de ocho jefes y ocho líderes comunitarios de Florida para abordar el asunto, según reseña una información publicada por el diario Tampa Bay Times.
Este anuncio se produce mientras que un policía de Florida está bajo investigación por supuestamente empujar en días anteriores a un manifestante afroamericano que estaba arrodillado durante una protesta por la muerte de George Floyd. De forma paralela una de las colegas del investigado, una mujer afroamericana que forma parte de la fuerza policial, recibió elogios por aparentemente reprenderlo después del empujón.
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El Departamento de Policía de Fort Lauderdale confirmó que el agente Steven Pohorence fue relevado del servicio y está en licencia administrativa a la espera de los resultados de una investigación sobre el incidente.
El incidente sucedió durante una manifestación en Fort Lauderdale, una de las decenas de protestas que se llevaron adelante en todo el país después de la muerte de George Floyd bajo custodia policial. Muchas de ellas han sido pacíficas, pero algunas se han vuelto violentas.
Mientras tanto, las protestas continuaron el pasado fin de semana, luego de varios días en los que miles de manifestantes tomaron las calles de Miami-Dade, Broward, Hillsborough y Palm Beach para exigir justicia racial y denunciar la brutalidad policial en los Estados Unidos.
El alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, anunció un toque de queda para el condado que inició a las nueve de la noche de este domingo hasta las seis de la mañana del lunes.
En medio de la ola de protestas, manifestantes latinos que habitan la ciudad de Doral en el condado de Miami-Dade, con carteles de “Tu lucha es mi lucha” y “No estás solo”, acudieron a las inmediaciones de club del presidente Trump para pedir igualdad de justicia para los afroamericanos.
Aproximadamente un centenar de manifestantes gritaron arengas contra Trump y llevaron consigo avisos de “Black Lives Matter” (La vidas de los afroamericanos importan) y “Sin Justicia no hay paz” como parte de las protestas tras la muerte de Floyd el pasado 25 de mayo en Mineápolis (Minesota).
En Miami, cientos de manifestantes se reunieron frente a Panther Coffee en Wynwood antes de marchar por todo el Downtown de Miami. La multitud provocó que la policía cerrara la I-95 cerca de la 20th calle del noroeste, según informes del Departamento de Policía de Miami.