Los ministros de Seguridad del Mercosur acordaron que sus policías podrán cruzar las fronteras hacia los otros países miembros del bloque cuando estén persiguiendo criminales en fuga.
Para entrar en vigor, el acuerdo sellado el jueves 7 de noviembre en Foz do Iguaçu en el sur de Brasil, debe ser ratificado por los gobiernos y los legislativos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, según la normativa interna de cada uno.
En principio, el límite para adentrarse en el territorio de los vecinos será de un kilómetro, eso en coordinación con el país de destino. Pero pueden establecerse otros límites en acuerdos bilaterales según el texto del acuerdo que incluye varias medidas de cooperación entre las fuerzas policiales del bloque.
“Es una medida que hace tiempo estábamos buscando, para dejar en claro que las fronteras físicas no deben servir como obstáculo infranqueable para la persecución de delitos”, afirmó el ministro de Justicia y Seguridad de Brasil, Sérgio Moro, que se reunió con sus pares en esa ciudad situada en la triple frontera con Argentina y Paraguay.
“La frontera actúa como una especie de muro de impunidad. Esto es muy importante para los policías que trabajan en la frontera”, agregó Moro quien fue juez de Curitiba, quien considera que el acuerdo “es un gran avance y muestra el nivel de confianza entre los países”.
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Explicó que en el contexto de una persecución, para atravesar la frontera los agentes y vehículos policiales deben estar debidamente identificados. En caso de sufrir ataque, “podrán repeler esas agresiones sólo si las autoridades policiales del país donde se está realizando la persecución no acudieron aún”, añade el acuerdo.
Sérgio Moro anunció además la instalación de un centro de inteligencia inspirado en el modelo estadounidense que se inaugurará en diciembre en Foz do Iguaçu en la frontera con Paraguay y Argentina.
Este centro actuará, según informó el ministro, como un grupo de trabajo permanente para investigar cualquier tipo de delito pero está concebido sobre todo para atacar el contrabando de armas, drogas y otros productos, el financiamiento del terrorismo y el lavado de dinero.
El combate al crimen transfronterizo se ha convertido en una prioridad para Brasil, que con 17.000 kilómetros de fronteras terrestres es un punto clave en el comercio mundial de la droga. Paraguay y Uruguay son los únicos países del Mercosur que no poseen una frontera común.