Un memorando que fue calificado de “engañoso” por parte de las mismas autoridades de Philly originó la oferta de disculpas. Varios líderes comunitarios recibieron un comunicado oficial que inmediatamente generó alarmas. Pedía apoyo para la solicitud de arrestos por infracciones de “calidad de vida”. Frente al hecho la Policía de Philly se disculpó por impericia que causó alarma social.
Enviada el viernes con fecha límite del lunes, pedía a los residentes un compromiso. Querían el apoyo firmado a la aplicación de infracciones menores. Entre otras escupir en público, obstruir las aceras y fumar marihuana en público.
La reacción fue inmediata y la administración del alcalde Jim Kenney y el Departamento de Policía de Filadelfia se retractaron. No respaldaron el un memorando enviado a grupos comunitarios. El papel instaba a los residentes a firmar apresuradamente documentos legales en apoyo de ciertas prácticas policiales de “calidad de vida”.
Policía de Philly se disculpó
La Comisionada de Policía Danielle Outlaw y la procuradora de la Ciudad Dianna Cortés respondieron. La presión por una declaración vino del medio BillyPenn. Tras el requerimiento emitieron el sábado una declaración conjunta. Allí calificaron de “fallido” el intento de recabar la opinión de la comunidad.
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La Policía de Philly se disculpó. “La forma en que se solicitó esa retroalimentación fue inapropiada. Malinterpretó el propósito de la solicitud”, escribieron Cortés y Outlaw. “En ningún caso se pretendía asustar a los miembros de la comunidad para que se apresuraran a proporcionar declaraciones juradas… Nosotros, al igual que el Alcalde y el Director General, condenamos enérgicamente cualquier tipo de alarmismo”.
De acuerdo al trabajo editorial de Max Marin de BillyPenn, detrás del memorándum se encuentra un nuevo debate legal. Aludió al caso de 10 años que busca reformar las llamadas acciones de “stop and frisk” en Filadelfia.
Se conoce como el “caso Bailey”. Es una demanda colectiva federal presentada en 2010 por la ACLU. En él participó también el bufete de derechos civiles Kairys, Rudovsky, Messing & Feinberg. Alegó el sesgo racial en la actuación policial. Durante casi una década, la ciudad ha emprendido reformas supervisadas por el tribunal, instituyendo una nueva formación y recopilando datos sobre las paradas de peatones y vehículos.
Un mea culpa express
El verano pasado, el departamento de policía admitió por primera vez que los prejuicios raciales eran evidentes. De allí que ante el desatino burocrático las Policía de Philly se disculpó. Los afro de Filadelfia constituyen un número desproporcionado de paradas en la ciudad. Aunque el recuento general se redujo más del 90% entre 2014 y 2020. Sin embargo la proporción de paradas dirigidas a peatones de color aumentó. Esta información fue aportado por un análisis de 6ABC de los datos policiales publicado el año pasado.
En marzo, la ciudad y la ACLU llegaron a un acuerdo parcial sobre nuevas reformas en el caso. Incluyeron el uso de cámaras corporales de la policía para evaluar la parcialidad. Pero la vigilancia de la “calidad de vida” siguió siendo un tema de controversia, según los registros judiciales.
Detener este tipo de registros cuando existe una sospecha razonable “privaría al PPD de una valiosa herramienta de lucha contra el crimen en un momento en el que las tasas de homicidio de Filadelfia nunca han sido tan altas, y en el que los miembros de la comunidad temen cada vez más por su propia seguridad y la de sus familias”, escribió la ciudad en una respuesta de marzo en el caso.
Preocupación infundada
Los datos muestran que en los registros de parada y cacheo rara vez se encuentran armas de fuego. Con ese hecho la ACLU respondió a la “preocupación”, al responder a la demanda de la ciudad en el tribunal.
“No hay nada que vincule las paradas de calidad de vida y los tiroteos en Filadelfia”. Así escribieron los abogados Kairys y Rudovsky. “Que un agente instruya a un civil para que guarde un recipiente de licor abierto, no disminuirá los tiroteos. Menos que deje de tirar basura o cese su comportamiento molesto. Es una actitud basada en datos empíricos y desafían el sentido común.”
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La Policía de Philly se disculpó de forma inmediata. Todo inició con una nota enviada el viernes a los grupos de la comunidad. Lo hizo el oficial de relaciones comunitarias del PPD, Juan Delgado. Con ella pretendía recabar documentos que mostraran el apoyo a la aplicación continua de la calidad de vida.
Delgado afirmó que la demanda estaba “presionando al departamento de policía para que dejara de aplicar ciertas infracciones relacionadas con la calidad de vida”. No obstante se trataba de una afirmación que los funcionarios admitieron posteriormente que era falsa.