La emaciación infantil, es decir, la desnutrición, en su forma más grave de retraso del crecimiento, afecta a aproximadamente 33 millones de niños en 15 países. La Organización de las Naciones Unidas pidió a la comunidad internacional actuar con urgencia: el Programa Mundial de Alimentos (PMA) solicitó 1.400 millones de dólares para programas de nutrición que podrían salvar las vidas de 30 millones de madres y niños en 56 países este año.
“Si no actuamos, condenamos a millones de niños a una vida de sufrimiento. El PMA cuenta con el conocimiento y las herramientas para detener la desnutrición de inmediato, lo que necesitamos es inversión y voluntad política”, afirmó Cindy McCain, directora ejecutiva de la agencia alimentaria.
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A pesar de los desafíos financieros, el PMA logró prevenir la emaciación de 13,8 millones de madres y niños el año pasado, mediante la distribución de alimentos fortificados y apoyo nutricional, según una nota de prensa.
Otra de las cosas que señalaron es lo necesaria de la ayuda nutricional a las madres o mujeres embarazadas, pues la desnutrición suele comenzar en la gestación y causa la mitad de las muertes en niños menores de cinco años.
Pero quienes sobreviven a la desnutrición siguen teniendo desafíos en su desarrollo físico, sistema inmunológico y presentan desarrollo cerebral limitado.
El PMA manifestó que, sin financiamiento urgente, en abril tendrá que suspender la ayuda nutricional a dos millones más de personas, incluyendo refugiados y desplazados internos en Burkina Faso, Mali, Níger y Nigeria.