El tax a los refrescos que la Ciudad impuso bajo la administración de Jim Kenney ha revelado otros efectos. Los estudiantes de secundaria en Philly consumen 30% menos gaseosas. El dato se originó en un estudio realizado por investigadores del Hospital Infantil de Filadelfia. El asunto es concluyente: El impuesto redujo el número de porciones que los estudiantes de secundaria bebían a la semana.
Científicos del CHOP abordaron el tema en una investigación. Analizaron la relación entre los impuestos a las bebidas azucaradas y el consumo de refrescos por parte de los adolescentes. Descubrieron que el número de bebidas azucaradas (SSB) que los adolescentes consumían semanalmente se redujo en casi un 30%.
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Los resultados sugieren que la política no sólo ha ayudado a reducir las ventas de bebidas gaseosas. También habría sido eficaz para combatir las crecientes tasas de obesidad infantil. El tema fue revelado por la periodista Mary Kekatos, editora de Salud de Estados Unidos del dailymail.com.
Philly consumen 30% menos gaseosas
Según la nota del medio de UK, Berkeley (California) fue la primera ciudad estadounidense en gravar las bebidas gaseosas. Las tasó con un impuesto de un céntimo por onza que entró en vigor en marzo de 2015.
Un año después de la introducción del impuesto, las ventas de bebidas azucaradas cayeron un 9,6%. Sus ventas en los alrededores aumentaron un 6,9%. Curiosamente las ventas de agua de la ciudad aumentaron un 15,6% después del impuesto. Asimismo aumentaron las ventas de otras bebidas no gravadas, como tés sin azúcar, leche y zumos de frutas.
Desde entonces, otras ciudades han aplicado impuestos similares. Albany, Oakland y San Francisco (California), Boulder (Colorado), el Distrito de Columbia y Seattle (Washington). Filadelfia (Pensilvania) lo ejecuto y de allí que en Philly consumen 30% menos gaseosas los estudiantes de secundaria.
El tax a las gaseosas de Filadelfia se aprobó en enero de 2017 y es de 1,5 centavos por onza. La Ciudad del Amor Fraternal es la única ciudad (aparte de Washington, DC) que grava cualquier bebida con edulcorantes reales o artificiales. Significa que los refrescos dietéticos también están gravados.
Kilos mortales en niños
Ante el aumento de la obesidad infantil los investigadores querían contrastar. Probar si el impuesto sobre los refrescos ayudaba a frenar el consumo de refrescos entre los estudiantes de secundaria. El sobrepeso en ese grupo está asociado en gran parte a los azúcares añadidos en la dieta.
Este estudio fue publicado en JAMA Pediatrics. El equipo analizó los datos del Sistema de Vigilancia de Conductas de Riesgo de los Jóvenes (YRBSS). Este recoge encuestas de estudiantes de secundaria de todo Estados Unidos. Los investigadores compararon el consumo de refrescos autodeclarado con el consumo de leche y de zumos al 100% autodeclarado.
Antes del impuesto, los estudiantes de secundaria de Filadelfia bebían una media de 5,4 refrescos a la semana. Después del impuesto, esta cifra se redujo a una media de 3,9 refrescos a la semana. Como conclusión Philly consumen 30% menos gaseosas.
Se observaron descensos en el consumo en todas las razas/etnias. La mayor caída está en los estudiantes blancos. Estos pasaron de 3,6 bebidas a la semana a 2,8, un descenso del 38%.
El número de bebidas con gas también se redujo entre los estudiantes obesos. Pasó de 5,5 a 3,7 por semana. La fracción supone un descenso del 32%.
Las alternativas importantes
Mientras tanto, aunque el número total de porciones de zumo al 100% también disminuyó, fueron más altas que en las ciudades sin impuestos sobre los refrescos.
Después del impuesto, los estudiantes de secundaria de Filadelfia bebían 4,9 raciones de zumo a la semana. Un minúsculo aumento en comparación con las 4,5 de las ciudades sin impuesto. Significa que en Filadelfia se consumían 0,5 raciones más.
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No hubo significación estadística en el número de porciones semanales de leche consumida antes y después del impuesto.
Según los CDC, 19,3% los niños en EEUU entre las edades de dos y 19 años eran obesos en 2018. Está es la última fecha para la que hay datos disponibles. Eso es un aumento del 14% con respecto al 16,9% que reportó lo mismo en 2019.