El derecho a portar armas de manera visible en espacios públicos comenzó a regir en Florida luego de que la Corte de Apelaciones del Primer Distrito declarara inconstitucional la ley estatal que lo prohibía. La medida, conocida como open carry, entró en vigor tras cumplirse el plazo de 15 días fijado por el tribunal en su fallo del 10 de septiembre.
El gobernador Ron DeSantis, principal defensor de la disposición, celebró la decisión y aseguró que no tendrá consecuencias negativas. “Cuando dices que el cielo se va a caer si tienes porte abierto de armas, puedo ver a más de 40 estados que lo permiten, y no he visto el cielo caer”, expresó durante un acto en la Universidad Internacional de Florida (FIU), en Miami.
Aunque no se modificó la ley estatal, ningún otro tribunal de apelaciones impugnó el fallo, lo que abrió la puerta a que ciudadanos puedan portar pistolas en la vía pública. No obstante, la normativa mantiene restricciones: seguirá prohibido exhibir armas en negocios privados que lo determinen, así como en aeropuertos, escuelas, bares, comercios de alcohol, cortes, instalaciones policiales y edificios gubernamentales, según informó la Oficina del Alguacil del Condado de Pinellas.
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La medida ha generado divisiones dentro del propio Partido Republicano en Florida. El presidente del Senado estatal, Ben Albritton, expresó su oposición, respaldado por la Asociación de Alguaciles de Florida, que había manifestado reservas por motivos de seguridad.
DeSantis, por su parte, subrayó que Florida se alinea ahora con la mayoría de los estados del país, incluidos algunos gobernados por demócratas, como Vermont, donde el porte abierto existe desde el siglo XVIII. Según el sitio especializado Ammo, en Florida el 35 % de la población posee un arma de fuego.