La COVID-19 provocó en el Caribe una caída del 15 % del tráfico aéreo con respecto a antes de la pandemia, un desastre para una región en la que el turismo en algunos países supone el 50 % de su economía, según dijo el subsecretario general de la ONU, Luis Felipe López-Calva.
El funcionario que también es director regional del Programa de la ONU para el Desarrollo para América Latina y el Caribe, señaló que el nuevo coronavirus ha afectado con especial virulencia a dos países muy importantes en el Caribe por su población, como son República Dominicana y Cuba.
López-Calva dijo que la crisis provocada por la pandemia ha impactado con mayor fuerza a la región del Caribe por incluir a los países del mundo con mayor dependencia del turismo, y por eso hay que buscar soluciones alternativas.
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Reiteró que uno de los sectores más golpeados por esta pandemia ha sido el turismo y ha afectado a muchos países de Latinoamérica y el Caribe. “Costa Rica, por ejemplo, tiene un sector muy fuerte en el turismo y también México”.
Tanto para República Dominicana como para Cuba las divisas que llegan a través del turismo son básicas, razón por la que la situación actual ha creado una incertidumbre preocupante que amenaza sus economías.
Toda esta situación ha tenido un impacto muy fuerte en los niveles de empleo en estos países. La crisis de salud se ha contenido, sin embargo, ha impactado excesivamente al sector económico y no hay certeza de que a corto plazo se vaya a volver a la normalidad.
La región del Caribe es una de las que mejor ha respondido en términos sanitarios a la COVID-19 gracias a la imposición de medidas estrictas de cuarentena, bloqueo y cierre de fronteras.
Los países han seguido los protocolos de respuesta de forma bastante efectiva y esto ha permitido que los casos de COVID-19 no sean muy grandes refirió López-Calva.
“En el Caribe la crisis de salud se ha contenido. El problema es que si bien podemos hablar de un relativo éxito en la contención del problema de salud, también ha habido un impacto excesivo en el aspecto económico”.
Con respecto a las medidas que se pueden tomar para evitar que la pandemia continúe horadando al sector turístico en la región caribeña, López-Calva dijo que se ha hablado de corredores turísticos seguros para que la gente pueda viajar con altos niveles de seguridad a los citados países.
“Nadie ha pensado antes que para tener un sector turístico fuerte se requieren buenos hospitales, porque la gente quiere viajar a lugares seguros donde si se enferma pueda tener asistencia de alta calidad, hoy más que nunca”.
Refiere que recuperar el sector turístico en la actualidad implica grandes inversiones en el sector salud porque la gente no quiere viajar a lugares donde no hay atención sanitaria de calidad.
Los países más afectados en su sector turístico en el contexto de la crisis de la COVID-19 son Antigua y Barbuda, porque la mitad de su economía depende del turismo.
“Nos preocupa también Bahamas porque estaba en proceso de reconstrucción de la parte oeste del archipiélago tras el huracán Dorian. También nos preocupa Jamaica por el tema del alto endeudamiento y el espacio fiscal tan limitado, ya que un tercio de su economía es turismo y no se pueden dejar de nombrar a República Dominicana y Cuba. Nos preocupan por el impacto que la COVID-19 va a tener sobre el turismo y por lo tanto sobre los niveles de bienestar de mucha gente”.