El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, dijo que no descarta romper relaciones con Estados Unidos en protesta por la “actitud hostil” del gobierno del presidente Donald Trump hacia el pueblo palestino, cuya última decisión de dejar de considerar ilegales las colonias israelíes en territorio palestino ocupado ha generado gran malestar en Ramala.
“Hace tres días comenzaron nuestras consultas con las fuerzas políticas sobre las medidas que debemos tomar para contrarrestar la postura adoptada por los estadounidenses, e incluso estamos listos para romper completamente todas las relaciones”, afirmó en una entrevista conjunta dada este miércoles 27 de noviembre al canal de televisión ruso Rossiya, la agencia oficial RIA Novosti y al periódico Kommersant.
El político palestino sostuvo que Washington “ha asumido durante mucho tiempo una posición hostil hacia el pueblo palestino”, al Trump declarar a Jerusalén como la capital de Israel, luego decidir el traslado de la embajada de Estados Unidos desde Tel Aviv a Jerusalén y al detener “toda asistencia a nuestro pueblo, incluyendo el apoyo a hospitales y a la Agencia de Ayuda a los Refugiados palestinos”.
Añadió que el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu “anunció su intención de anexionar una serie de asentamientos en la frontera jordano-palestina, especialmente en el área desde el Valle del Jordán hasta el mar Muerto” y ahora el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, “comenzó a hablar de la legalidad de la construcción de los asentamientos en todo el territorio palestino”.
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A juicio de Abás se trata de “una culminación lógica de los pasos dados por Trump anteriormente y la puesta en práctica de los planes de Netanyahu”.
El líder palestino indicó sin embargo estar listo “para un diálogo con Israel y su liderazgo sobre la base del principio de dos Estados, el derecho internacional y las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, en particular la resolución 2334”, de 2016.
Esa resolución determinó que los asentamientos israelíes en el territorio palestino ocupado desde 1967, incluida Jerusalén oriental, no tienen validez legal y constituyen una flagrante violación del derecho internacional.
En tanto, el ejército israelí informó que el martes realizó disparos con “aviones de combate” contra Hamas en Gaza, dos semanas después de un episodio violento entre Israel y un grupo armado. Entre los blancos figura un sitio de fabricación de armas e infraestructuras subterráneas, según las fuerzas israelíes.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Naftali Benet, anunció que el país cambiará su política de entrega de cuerpos de palestinos involucrados en ataques contra israelíes y retendrá los cadáveres como método de disuasión.
“Los casos excepcionales quedarán a discreción del ministro de Defensa de acuerdo con las circunstancias (por ejemplo, menores)”, indicó un comunicado gubernamental.
Según la ONG Betselem, Israel mantiene bajo custodia al menos 52 cadáveres de palestinos que atacaron o intentaron atacar a israelíes desde septiembre de 2015.