La explicación solicitada por el Congreso para arrojar luz sobre ciertos fenómenos aéreos no identificados es inesperada. Tras décadas de alimentar el imaginario popular con supuestos de extraterrestres, la DNI tiene otra tesis. Los famosos avistamientos, primero, no corresponden a tecnología estadounidenses. Y por otro lado los OVNI serían chinos o rusos.
Esta conclusión seguro disparó la compra de ansiolíticos en la comunidad ufóloga estadounidense. Luego de la insólita parodia del Área 51 de 2019 estos datos son un balde de agua fría. En 2020 el Congreso ordenó al Ejecutivo informar al público en general sobre las actividades de la unidad del Pentágono encargada de estudiar los avistamientos.
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De acuerdo a la AFP el diario The New York Times tuvo varias cosas que decir. El medio de la Gran Manzana advirtió que las autoridades de EEUU no pueden explicar ciertos fenómenos aéreos no identificados. La DNI afirma que no se trata de una tecnología secreta del Pentágono, de acuerdo con un informe largamente esperado.
OVNIS serían chinos o rusos
Una hipótesis sobre otra. Eso es lo que ha ofrecido al público el informe de la Dirección de Servicios de Inteligencia (DNI). El documento analizó más de 120 casos de apariciones de aeronaves misteriosas. Sin embargo no menciona ninguna evidencia de que sean extraterrestres.
Según funcionarios familiarizados con el dossier oficial consultados por el diario, el informe deja un gran vacío. Según el periódico neoyorquino, inteligencia teme que pueda ser, al menos en algunos casos, tecnología experimental. Alguna clase de pruebas de tecnologías de países rivales de Estados Unidos. Los OVNIS serían chinos o rusos. Podrían ser test a naves supersónicas.
El informe no logra explicar ciertos movimientos de estos objetos. Entre varios su capacidad para acelerar o cambiar de dirección repentinamente. También la habilidad para hacer transiciones físicas como sumergirse. Se espera que el documento sea entregado al Congreso de Estados Unidos el próximo 25 de junio.
Una decepcionante explicación
Tras décadas de mutismo y confidencialidad en torno a estos inexplicables fenómenos ha aparecido una decepcionante explicación. Todas las imágenes mentales del imaginario colectivo bajo las siglas de OVNIS se desvanecieron.
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El año pasado el Congreso ordenó al Ejecutivo informar al público en general sobre las actividades de la unidad del Pentágono encargada de estudiarlos. No obstante si los OVNIS serían chinos o rusos quitó la magia a un culto profundamente estadounidense.
Sin embargo en el texto del dossier se deja entre leer un misterio embutido en otro. “Una cosa es cierta”, precisa el material: “En la mayoría de los casos, no se trata de tecnología secreta estadounidense, dijeron los funcionarios.
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