La frase “triumphalist” que indica: “Lo que separa a los ganadores de los perdedores es cómo reaccionan a cada nuevo giro del destino”, será puesta a prueba cuando se inicie un proceso judicial que recién abrió el fiscal general del Distrito de Columbia, quien demandó a organizadores de investidura de Donald Trump por presunta corrupción.
Karl Racine, presentó la noche del miércoles una querella contra el comité designado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para organizar su investidura en enero de 2017 por “abusar de fondos sin ánimo de lucro para enriquecer” a la familia del mandatario.
Es posible, según se desarrollen los hechos, que ahora la familia Trump esté involucrada en otro “quid pro quo” porque al parecer el Comité Organizador para la investidura de Trump como presidente, “se coordinó con la familia de Trump para pagar 1,03 millones de dólares por el alquiler de un espacio en el hotel, que incluía un salón de baile y salas de reuniones, muy por encima de las tarifas del establecimiento”, señala un comunicado de prensa de la Fiscalía.
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Según la demanda, una miembro del comité, Stephanie Winston Wolkoff, encargada de la planificación, expresó su inquietud por el alto precio que pedía el hotel al propio Trump, a su hija Ivanka Trump y a Gates.
En el comunicado, Racine explicó que también ha denunciado a dos entidades “que tienen la propiedad o controlan” el hotel Trump de Washington D.C.
Una exposición interesante presente en el comunicado del Fiscal, precisa que “pese a que el Comité de Investidura sabía que estaba pagando muy por encima de los precios del mercado, nunca consideró alternativas menos caras, e incluso pagó por el espacio por días en los que no hubo eventos”.
La investigación de la Fiscalía ha hallado que Rick Gates, que fue “número dos” de la campaña electoral del ahora presidente en 2016, trató personalmente con el hotel Trump, en calidad de vicepresidente de ese comité, para usar un espacio para la celebración de la investidura.
La Fiscalía también sostiene que ese comité presuntamente empleó fondos con fines no lucrativos para celebrar una fiesta privada para la familia de Trump que costó cientos de miles de dólares.
Racine precisó que el objetivo de su acción es “recuperar la cantidad pagada indebidamente al hotel Trump, y dirigir esos fondos a propósitos no lucrativos adecuados”.
En la nota, el fiscal recuerda que el comité de investidura presidencial sirvió para planear y organizar las actividades para celebrar la llegada de Trump a la Presidencia del país en enero de 2017.
Dicho comité estuvo presidido por Thomas Barrack, un inversor inmobiliario amigo de Trump, y en él se encontraban otros aliados del presidente como el magnate de los casinos Sheldon Adelson y su esposa, el empresario petrolero Harold Hamm o el director ejecutivo de la empresa del carbón Joseph Craft.
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En diciembre pasado Gates fue condenado a 45 días en prisión y tres años de libertad condicional por fraude y por mentir a los investigadores tras finalmente admitir que había ayudado al jefe de campaña de Trump, Paul Manafort, a esconder 75 millones de dólares obtenidos por trabajos de consultoría para políticos ucranianos en cuentas en el extranjero.