La Organización Mundial de la Salud admitió que quizá “nunca haya una solución” para la COVID-19, a pesar de la carrera en curso para obtener un vacuna.
La propagación del virus, por el que han muerto hasta el momento cerca de 700.000 personas, se está acelerando, seis meses después de que la OMS declarara la emergencia mundial.
“No hay solución y quizás nunca la haya”, declaró este lunes el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. “Los ensayos clínicos nos dan esperanza, pero esto no significa necesariamente que obtengamos una vacuna” eficaz, advirtió. Mientras las cifras de contagiados y fallecidos siguen en aumento.
En América Latina y el Caribe la pandemia no cesa. Brasil (94.104 muertos) y México (47.746) son los países más afectados de la región, seguidos de Perú (19.614), Colombia (10.650) y Chile (9.608).
Argentina, que el domingo anunció que había superado los 200.000 casos de covid-19, prohibió las reuniones sociales a partir de este lunes en todo el país, que ya registra 3.648 fallecidos.
Ante el aumento de contagios y el temor a saturar los hospitales, las autoridades habían suspendido la flexibilización paulatina del confinamiento, que estaba previsto este lunes en Buenos Aires y su periferia.
Bolivia, con más de 80.000 casos y 3.153 fallecidos, dio por terminado el domingo el año escolar, que debía extenderse hasta diciembre.
Más allá del coste humano, la pandemia ha provocado un hundimiento de la economía mundial y a la destrucción de millones de empleos.
Sin un tratamiento se reducen las posibilidades para contener la epidemia y detener las consecuencias económicas y las restricciones, impopulares en muchos lugares.
Europa, con 210.576 muertos y 3.196.370 casos, es la región más devastada por la enfermedad, seguida de América Latina y el Caribe, que suma más de 201.000 fallecidos y supera los 4,9 millones de contagiados.
En Estados Unidos, una asesora de la Casa Blanca advirtió que el virus está “extraordinariamente extendido” en el país, el más castigado por la pandemia, con 4,6 millones de casos y unos 155.000 decesos.
“Lo que vemos ahora es distinto a lo de marzo y abril”, dijo Deborah Brix, que dirige el grupo de trabajo sobre el virus de la presidencia estadounidense.
Países que parecían haber controlado la epidemia están sufriendo repuntes preocupantes, como España, Francia y Bélgica.
El primer ministro francés, Jean Castex, instó a sus conciudadanos y al Estado a “no bajar la guardia” porque “el virus no está de vacaciones” y se trata de evitar un “reconfinamiento generalizado”, explicó.
También es el caso de Australia, donde se han introducido nuevas restricciones en el estado de Victoria, a pesar de las duras consecuencias económicas que esto conlleva.
Las medidas incluyen un toque de queda nocturno en Melbourne durante las próximas seis semanas, y el cierre de los negocios y empresas no esenciales, así como una prohibición de bodas.
Filipinas anunció un nuevo confinamiento de dos semanas para más 27 millones de personas, incluida la capital Manila, después de que los contagios se hayan multiplicado por cinco, superando los 100.000.
Por: AFP