En el ambiente bursátil se está colando un humo espeso, que además de confundir, preocupa a las empresas que orientaron ingentes sumas para el desarrollo de bebidas y comidas a base de cannabidiol. La causa: El estado de Nueva York acaba de prohibir su uso en productos alimenticios.
El galope que en el ámbito legislativo ayudó a unos de los componentes de la marihuana a saltar obstáculos que han sido vistos como oportunidades de negocios por varias corporaciones, ha tenido el efecto de la efervescencia, la espuma del primer momento se desbordó y hoy muchos están aturdidos porque el Gobierno de los Estados Unidos considera ilegal usar como aditivo el CBD en comidas y bebidas.
Tras varios meses de confusión por parte de los establecimientos en cuanto a la legislación sobre el CBD, el Departamento de Salud de la Gran Manzana informó este lunes en su página web de la entrada en vigor del veto e instó a “devolver los productos al proveedor o desecharlos”.
Es oficial, a partir del 1° de octubre, las autoridades de Nueva York comenzarán a notificar infracciones a los establecimientos que aún ofrezcan comida y bebida con CBD, lo que puede acarrear multas o incluso una rebaja en la “nota” de salubridad que exponen en la puerta.
Visión corporativa en torno al CBD
La liberalidad que cubrió con su manto a la flor hembra del cannabis sativa, llenó de entusiasmo a los inversionistas que vieron directamente proporcional sus ganancias al tamaño de un mercado ya hecho, creado por décadas a los que se les podría ofrecer productos con una inversión mínima en publicidad.
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De acuerdo a un informe de la empresa calificadora de riesgos Standard & Poor‘s, en el corto plazo se preveía una expansión del sector en la medida en la que crece el uso legal de la marihuana. Todas las empresas que desde el año 2015 comenzaron a mover US$150 mil millones para invertir en cannabidiol están aterradas con la resolución de Estados Unidos y el acatamiento en el estado de Nueva York.
Hasta ayer no era nada sorprendente saber que grandes compañías estaban luchando por hacerse con una parte del mercado global de la marihuana, ofreciendo productos tan diversos como cervezas o galletas para perros.
NY: La manzana de la discordia
Según ha reportado New York Daily News, los inspectores de la ciudad desatarán una “cacería de brujas”. Buscarán con denuedo productos alimenticios o bebidas con cannabidiol para confiscarlos, pero desde octubre podrán aplicar multas que se situarán entre los 250 y los 600 dólares.
A diferencia del THC (tetrahidrocannabinol), que es el otro componente principal de la marihuana, el CBD no es un alucinógeno, se le atribuyen propiedades relajantes y hoy en día se puede hallar en multitud de productos, desde aceites corporales hasta gominolas o cartuchos de “vapeo”.
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Otras ciudades como Los Angeles, San Diego, Portland o Seattle han impuesto prohibiciones similares para el CBD, pero en ellas es legal la marihuana para uso recreativo, no así en Nueva York, donde las autoridades del estado fracasaron al intentar regularlo recientemente.
La Alianza Hotelera de Nueva York se hizo eco el pasado febrero de la confusión que existía entre los establecimientos de la ciudad debido a la consideración ilegal del CBD como aditivo en comidas y bebidas por parte del Gobierno.
Andrew Rigie, el director ejecutivo de la organización, dijo al periódico local AmNY, que por entonces lograron que el Departamento de Salud neoyorquino “diera un periodo de gracia” a los bares y restaurantes antes de emprender acciones, por lo que espera que ahora “estén listos para cumplir”.