La brutalidad con la que fue obligado a nacer Yovanny Jadiel López fue una macabra marca que se tornó imposible de borrar y que segó la vida del bebé que con casi dos meses fue alumbrado urgido por la daga criminal que dos mujeres enfermas usaron.
La comunidad latina en los Estados Unidos, así como la ciudadanía en general entraron en shock cuando encararon el reporte periodístico fechado en Chicago el pasado 23 de abril, que describía la forma como dos desalmadas planificaron una celada en la que murió estrangulada la joven embarazada Marlen Ochoa con el propósito de sacar con un cuchillo a su niño del vientre.
La investigación policial encontró una colección de datos de interés criminalísticos tan certeros, que condujo a la detención y procesamiento de Clarisa Figueroa, de 46 años, y a su hija de 24, Desiree Figueroa, quienes actuaron como envilecidas carniceras. También por el ocultamiento del homicidio está detenido Piotr Bobak, novio de Clarisa Figueroa.
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Hoy viernes la nube de tristeza de la familia Ochoa López se tornó aún más plomiza cuando la muerte arrancó la esperanza de tener en el hogar al pequeño Yovanny Jadiel López, quien junto al equipo médico de un hospital en Chicago dio la batalla para mantenerse con vida, pero la acción asesina que lo trajo al mundo al final también a él se lo llevó.
De acuerdo a datos recabados en los medios locales la familia del niño emitió un comunicado en el que expresó: “Es con gran tristeza que les informamos del fallecimiento del bebé Yovanny Jadiel Lopez. Murió este viernes 14 de junio de 2019 de su severa lesión cerebral”.
Según la nota, se realizará un funeral solo para la familia. “Por favor, mantenga a la familia (de Ochoa) en sus pensamientos y oraciones a medida que pasan por este momento difícil”, añade el comunicado.
Homicidio continuado
Según nuestros registros la abominación ocurrió en Scottsdale, un suburbio ubicado en el suroeste de Chicago, donde el trío de desalmados, que en apariencia se dedica al robo de bebés, forjó la maléfica oportunidad para extraer de la panza de su madre recién muerta a un bebé que fue auxiliado por los servicios de emergencia.
De acuerdo a las versiones recabadas el día de la tragedia, el móvil de la luctuosa historia fue obtener fondos de una campaña que enseguida se creó online dentro de GoFundMe, donde los criminales solicitaron dinero para el funeral de un bebé que “estaba muy enfermo y a punto de morir”.
En rol principal de la cruenta trama estuvo Clarisa Figueroa, una mujer de 46 años que las pesquisas y pruebas policial señalaron como la homicida y tratante de personas, quien luego de dar muerte a la humilde latinoamericana se hizo pasar ante los servicios de emergencia a través de una llamada telefónica por una parturienta que accidentalmente expulsó a su bebé y requería ayuda.
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En la oportunidad esta casa editorial escribió que “mantenerse alejado de los adjetivos es difícil cuando se llega a la historia de cómo Marlen Ochoa López, una chica de 19 años, fue asesinada y de su vientre arrancado un bebé de casi nueve meses de gestación”.
Marlen Ochoa López fue víctima de las circunstancias. De procedencia humilde, y ya madre de un niño de tres años, tomaba clases en la escuela Secundaria Alternativa Latino Youth de Chicago.
De acuerdo al relato dado en rueda de prensa en abril pasado por el superintendente de la policía de Chicago, Eddie Johnson, se determinó que por contactos que había hecho a través de un grupo en la red social Facebook, la joven embarazada había ido a encontrarse con una mujer, en el suburbio de Scottsdale, que ofrecía ropa gratis para recién nacidos.
Se sospecha que con ese señuelo la mujer de 46 años condujo a la joven embarazada al sótano de su casa, donde fue estrangulada y el bebé arrancado de su vientre.
Horas más tarde, los servicios de emergencia recibieron una llamada de esa mujer de 46 años, que decía que había dado a luz en su casa a un bebé que estaba “pálido y azul”.
Según fuentes citadas por medios locales, se pudo relacionar con pruebas de ADN que el neonato que se encontraba en “estado grave” en el hospital Christ es el hijo de Marlen y de su esposo Yiovani López.
La última vez que se vio a Marlen Ochoa López fue el pasado 23 de abril, cuando salía de la escuela Secundaria Alternativa Latino Youth, donde estudiaba.
Estaba embarazada de nueve meses y la fecha prevista para el alumbramiento era el 5 de mayo.