El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, celebró el inicio de un proceso de diálogo con el movimiento indígena que protesta contra el aumento del precio de los combustibles y dijo que confía en que la convulsión social registrada en el país durante la última semana pasará pronto.
El Jefe de Estado que decidió trasladar la sede del Gobierno a la ciudad costera de Guayaquil, lejos del asedio de las protestas en Quito, anunció la tarde del miércoles 9 de octubre su decisión de regresar a la capital para tender la mano a los manifestantes indígenas.
“Ya tenemos los primeros buenos resultados del diálogo”, precisó Moreno en un mensaje en Twitter en el que se alegró de que la movilización indígena del miércoles se deslindara de grupos violentos.
Dichos acercamientos se ha producido gracias a la intervención de representantes de Naciones Unidas, de la Iglesia y de las universidades del país suramericano, que se han mostrado dispuestos a colaborar para solucionar el conflicto social.
“En Quito recibí el reporte de que las marchas se desarrollan con normalidad. Hermanos indígenas, me alegra que hayan separado de sus manifestaciones pacíficas a los elementos perniciosos”, acotó Moreno.
“Sin duda esto se va a solucionar muy pronto”, agregó el Presidente quien dijo estar contento de que el movimiento indígena esté pensando en mantener la constitucionalidad, la democracia y la paz en el país.
Recordó que jamás ha ofendido a los indígenas y que por el contrario, siempre los ha tratado con “respeto y cariño” y que por ello está dispuesto a dialogar con las comunidades.
“Hermanos indígenas, jamás los he ofendido. Nunca los he ofendido, siempre los he tratado con respeto y cariño y ahora quiero hacerlo nuevamente”, indicó.
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El presidente ecuatoriano ha manifestado su disposición a dialogar con los indígenas, pero también ha señalado en forma reiterada que no dará marcha atrás en la eliminación del subsidio a los combustibles, como le exigen los manifestantes.
En Quito recibí el reporte de que las marchas se desarrollan con normalidad. Hermanos indígenas, me alegra que hayan separado de sus manifestaciones pacíficas, a los elementos perniciosos. Y qué grato es anunciar que los diálogos ya empiezan a dar frutos.#EcuadorPaísdePaz pic.twitter.com/D6NhA0XBfu
— Lenín Moreno (@Lenin) October 9, 2019
Dos muertos y 800 heridos
Las protestas comenzaron como respuesta a la reforma económica anunciada por Moreno el martes 1 de octubre, fruto del acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional para conseguir una inyección de 4.200 millones de dólares para el país.
Los disturbios estallaron dos días después con enfrentamientos entre policías y manifestantes y saqueos, lo que llevó a Moreno a declarar el estado de excepción que en principio tendría una vigencia de 60 días pero el Tribunal Constitucional lo redujo a 30 días.
Dos personas han muerto, una arrollada por un automóvil y otra al caerse por un puente, ambas en el marco de las protestas. Decenas han resultado heridas, incluida una persona que perdió un ojo por un perdigón y cerca de 800 manifestantes detenidos de acuerdo con el último balance.
Las cifras suministradas por el Ministerio de Gobierno indican que la mayor cantidad de detenidos se registró en la ciudad costera de Guayaquil (177), seguido de Quito (163). La ministra de Gobierno, María Paula Romo, señaló que la mayor parte de personas detenidas, especialmente en Guayaquil, ejecutaban actos de vandalismo en el momento de su detención.