La Major League Soccer (MLS), liga de fútbol norteamericana, inició una investigación por presuntos insultos racistas que habría sufrido el jugador colombiano Diego Chará, de Portland Timbers.
Todo sucedió cuando se disputaba el encuentro entre los Portland Timbers y Minnesota United el pasado 26 de junio. Tras el minuto 60 el jugador argentino Franco Fragapane, se le acercó a Chará y le dijo algo al oído.
De inmediato el delantero colombiano estalló y acudió al árbitro para reclamar la afrenta que había sido objeto, pero nada sucedió.
El venezolano Giovanni Savarese, técnico de Timbers, expresó después que Chará había sido agredido de manera verbal por un rival durante la derrota de su equipo por 1-0 ante Minnesota. Además acusó a los árbitros del partido de no haber tomado en serio el incidente.
“Todos apoyamos a Diego Chará. Lo que le pasó hoy, la palabra discriminatoria que se le dijo, no tiene cabida en ningún lugar. Son cosas que no son aceptables. En este partido hubo una situación que tuvo que ver con una situación racista. Estoy extremadamente decepcionado”, comentó Savarese.
Asimismo, el Minnesota United dijo que el futbolista señalado por el comentario contra Chará negó los hechos. “El equipo ha estado investigando el asunto y el jugador implicado en el incidente denunciado ha negado haber hecho ningún comentario despectivo”, dijo el United en un comunicado.
Sin embargo, la MLS informó en una comunicación que comenzó una investigación sobre el caso. “La MLS tiene una tolerancia cero ante el lenguaje abusivo y ofensivo y nos tomamos estas acusaciones muy en serio”, afirmó. “Ya se ha iniciado una investigación sobre este asunto”.
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Cada día el racismo en el deporte toma mayor protagonismo y trasciende fronteras. Hace algunos días el defensor de Juventus, Giorgio Chiellini, consideró que se necesita distinguir mejor los cánticos racistas de los insultos desde las gradas.
Sus declaraciones se viralizaron pues el compañero de Chiellini, Mario Balotelli, sigue siendo uno de los más habituales objetos de sátira de los hinchas rivales en ese aspecto. Dijo que no está de acuerdo con que los jugadores ofendidos tomen el asunto en sus propias manos y abandonen la cancha.
El internacional italiano estimó que los jugadores a veces son demasiado rápidos para distinguir el racismo de lo que él denomina “el abuso personal”.
“Hay que distinguir el racismo de los insultos. A todo el mundo le cantan cosas y le dicen cosas, eso es normal”, apuntó.
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