“¡Lo que pasa en la cancha se queda en la cancha!” refiere aquel centenario código no escrito que todos los futbolistas del planeta respetaban. Pero el racismo toca la piel de los atletas en la actualidad.
Ahora y con la llegada de las redes sociales todo cambió. Cada día nuevos jugadores del balompié y de otros deportes a nivel global deciden romper el añejo silencio, acabar con el pacto de caballeros y sumarse a las campañas antiraciales.
En la actualidad todo lo que se dice sobre el césped se sabe. Algunos futbolistas ya retirados no pueden explicar por qué esos portentosos atletas cada vez son más susceptibles frente a los cruces de palabras.
Durante siglos los atletas se caracterizaron por disponer de un carácter a toda prueba y sangre fría. Por ejemplo, el mundo del fútbol se frotó los ojos cuando presenció a la leyenda francesa del balón, Zinédine Zidane, clavar su cabeza en el pecho del italiano Marco Materazzi en la final del Mundial 2006. Aquella acción marcó el fin de la carrera de Zidane como jugador, una imagen que ahora se encuentra inmortalizada en una estatua de bronce en Qatar.
Tras el encontronazo ambos jugadores guardaron silencio.
Insulto desde las gradas
En la actualidad equipos enteros se arrodillan en las canchas antes de comenzar el partido para no volver a escuchar la palabra “negro” y a esta campaña se suman federaciones y ligas enteras.
Por gritar la despectiva palabra en diciembre pasado en la Champions League, el partido entre el Paris Saint-Germain y el Basaksehir Istanbul se suspendió a los 13 minutos y se reanudó al día siguiente.
El motivo de la polémica ocurrió en la zona de banquillos después que el cuarto árbitro identificó a Pierre Webó con el apelativo “negro”, un término de índole racista. El colegiado se disculpó después y alegó que en ese preciso momento no sabía su nombre y que era la única forma de señalarlo dentro de un grupo de jugadores blancos.
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Los incidentes raciales han comenzado a incoarse lentamente. En 2005 el entonces centrodelantero del Barcelona, Samuel Eto’o, pretendió irse de la cancha en La Romareda de Zaragoza porque desde la grada entonaban un cántico con lo cual según él, los fanáticos imitaban a un mono.
En 2014 el defensor brasileño del Barcelona, Dani Alves, se quejó porque desde la grada los hinchas del equipo Villarreal le lanzaron unos plátanos.
Hace algunos días Jorge Jesús, el polémico técnico del equipo portugués Benfica, dijo que el racismo está de moda. “Hoy cualquier cosa que se pueda decir contra un negro es siempre signo de racismo, y eso mismo contra un blanco ya no lo es. Es una ola que se está implantando en el mundo”, sostuvo.
El fútbol siempre te da revancha, indica el viejo código de honor. Mientras tanto la FIFA mantiene sus reglas y normas, pero los jugadores también seguirán con las suyas.