Los actos desesperados para lograr cruzar la frontera desde México a Estados Unidos son cada vez más frecuentes y peligrosos. El suceso más reciente ocurrió hace unos días en las riveras del Río Bravo, en la ciudad de Matamoros, por donde cientos de migrantes, la mayoría venezolanos, intentaron cruzar para llegar a territorio estadounidense pero fueron disuadidos por agentes mexicanos.
Periodistas presentes en el lugar constataron que algunos colchones inflables fueron utilizados como improvisadas balsas para subir a niños y cruzar el río caracterizado por sus peligrosas corrientes.
Esta no es la primera vez que una situación como la descrita ocurre. Hace varias semanas cientos de migrantes, mayoritariamente venezolanos, intentaron cruzar en estampida hacia Estados Unidos por uno de los puentes fronterizos ubicados en Ciudad Juárez, en un acto desesperado por conseguir asilo en ese país.
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Se trata de indocumentados varados en Ciudad Juárez a la espera de obtener una cita para poder cruzar a Estados Unidos y pedir refugio con el argumento de que escapan de la violencia o la pobreza en sus países.
El propósito de los migrantes era pasar la frontera y entregarse a las autoridades de la Patrulla Fronteriza para solicitar el asilo, aunque una nueva disposición del Gobierno estadounidense restringe el asilo a migrantes que lleguen desde México y los obliga a pedirlo desde otro país o mediante una cita en línea.
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Agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) de México observaron a los migrantes sin intervenir, pero una hora después lograron disuadirlos de cruzar.
Esta localidad y Ciudad Juárez (norte), en el estado de Chihuahua y fronteriza con El Paso, Texas, han sido escenarios de estampidas de migrantes que se lanzan para intentar cruzar a Estados Unidos.
Un menor y un agente resultaron heridos el pasado jueves luego de que docenas de migrantes intentaron alcanzar la frontera a través de un puente fronterizo.
El 30 de marzo, luego de que un incendio intencional en un centro de detención del INM en Ciudad Juárez dejó 40 migrantes muertos, unos 1.000 indocumentados cruzaron a El Paso para entregarse a agentes estadounidenses.
Unos caravana de unos 2.000 atravesaba este el lunes el sur de México rumbo a la capital para protestar por la muerte de estos migrantes en el centro de detención, ocurrida el 27 de marzo.