«The One Where Our Hearts Are Broken», ese fue el nombre que le dieron Marta Kauffman y David Crane, cocreadores de Friends, y Kevin Bright, productor ejecutivo, a este capítulo de la vida que ya no es ficción, tras la muerte del eterno Chandler Bing, el actor Matthew Perry.
Afirmar que el actor se adueñó del personaje no es una suposición, es un hecho. Matthew Perry se convirtió en el amigo de todos, en el idilio de una relación. Su honestidad a través de Chandler traspasó fronteras y generaciones. Chandler era incómodo, torpe, dulce y real, usaba el sarcasmo como mecanismo de defensa, pero realmente era un niño que añoraba amor, y terminó dándolo a sus seis amigos y eventualmente a sus dos bebés. ¿Qué habrá sido de la vida de Chandler y Mónica con sus bebés? ¿Cómo habría sido de padre? ¿Joey era el tío favorito que realmente vivía sobre la cochera?
Pero Matthew luchó contra sus demonios mientras hacía reír al mundo entero. En la reunión por los 20 años de la serie, era muy común leer en redes sociales a los fans preocupados por su aspecto, pero era solo él, mejorando.
El inicio de una historia
En 1986, Matthew creía que la fama eliminaría sus problemas, lo confesó en sus memorias publicadas en 2022. «La anhelaba más que cualquier otra persona sobre la faz del planeta».
En su autobiografía, Perry afirmó que el origen de sus inseguridades, así como de su talento cómico, estaba en una infancia dividida entre sus padres divorciados, en la que tenía una sensación de abandono por parte de ambos. Tal como Chandler.
Bebió alcohol por primera vez a los 13 años y con ello estaba decidido a eliminar todos sus sentimientos de abandono.
Consiguió papeles en sit-com de los 80 «Charles in Charge» y «Growing Pains», y luego en los 90 papeles principales en «Sydney» y «Home Free». Luego llegó a sus manos una comedia llamada «Friends Like Us» y se vio a sí mismo en ella. «Un personaje en particular me llamó la atención. No es que pensara que podría interpretar a Chandler. Yo era Chandler».
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Y no se equivocaba, el programa fue un éxito. En un punto le generó $1 millón por episodio, pero sus problemas no se fueron, tampoco sus inseguridades.
Drogas y alcohol
En 1997, tras un accidente con una moto acuática, empezó a tomar el analgésico Vicodin, un opioide. Tuvo problemas con el alcohol, la metadona y las anfetaminas, y en 2000 fue hospitalizado con pancreatitis.
En 2018, su colon explotó debido al abuso de opioides, lo que requirió una cirugía de siete horas, le dieron un 2% de posibilidades de sobrevivir la primera noche. Lo hizo, pero pasó las siguientes dos semanas en coma.
Gastó $7 millones de dólares en total tratando de estar sobrio, asistió a 6.000 reuniones de Alcohólicos Anónimos, pasó 15 períodos en rehabilitación y fue a terapia dos veces por semana durante 30 años.
Pero luchó y su objetivo se transformó en ayudar a otros. Convirtió su complejo de Malibú en Perry House, un centro de vida sobria para hombres, y el proyecto recibió un premio de la Casa Blanca.
En distintas entrevistas dijo que la idea con sus memorias era precisamente ayudar a quienes pasan por lo mismo y no saben qué hacer.
En 2022, en una entrevista con Tom Power aseguró que al morir quería ser recordado, más que por su participación en Friends, por las cosas que intentó hacer por otros.