Los datos son contundentes. Las paradas menores que la Policía de Filadelfia ejecuta en vehículos son estadísticamente infructuosas. El ejercicio no lleva a la configuración de un caso policial y no representa mucho para el erario público. Las detenciones son vistas como una acción de sesgo racista, aceptadas por los afroamericanos como “la prueba”.
La intolerancia racial ha resultado ser más resistente que cualquier contrincante biológico. Colonias virales como las que provocan el VIH y la COVID-19 las hemos puesto bajo régimen. Sin embargo hay enfermedades sociales que persisten con los siglos de manera descontrolada.
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De acuerdo a datos transcritos por la periodista Ximena Conde de WHYY hay improductividad en la acción policial. No referimos a esa que detiene el flujo de las cosas por eventos menores. Eventos que curiosamente afectan desproporcionadamente a los conductores negros.
Legislan sobre paradas menores
Los panelistas crean un proyecto de ley que prohibiría la aplicación de la policía de ciertas paradas de vehículos. Hace referencia a infracciones como conducir con un faro roto, un silenciador ruidoso o en un carro no registrado.
Con la intención de reducir el número de paradas menores la legislación coleccionó datos. La información tuvo como fuente la propia policía local. Los eventos fueron analizados por la Asociación de Defensores de Filadelfia.
Según WHYY la asociación examinó 309.000 paradas. Usó datos policiales recopilados de paradas de tráfico entre octubre de 2018 y septiembre de 2019. Los conductores negros representaron el 72% de las paradas con una tasa de arresto del 1%, según Bradford-Grey. Solo el 15% de las paradas fueron de conductores blancos con una tasa de arresto del 0,98%.
Cuando se trata de multas emitidas debido a estas paradas, los conductores negros representaron el 9% de ellas. Las originadas por conductores blancos representaron el 14%.
Opinión experta de Bradford-Grey
Keir Bradford-Grey es un ex Defensor del Pueblo que trabaja como parte experta. Ofreció para WHYY News su opinión. “Cuando paran a los conductores blancos, lo hacen con fines más legítimos. De hecho, hacían cosas que favorecían esas medidas de seguridad pública”, declaró.
El “experto” estuvo en una audiencia convocada por el Comité de Seguridad Pública del Ayuntamiento. La audiencia atrajo a muchos partidarios, incluidos funcionarios del Departamento de Policía de Filadelfia que habían cuestionado el proyecto de ley en el pasado.
El tema de las paradas menores se advierte como un problema de orden social. Muchos ciudadanos negros de Filadelfia hablaron de las paradas como un rito sombrío. Un reto a superar especialmente para los adolescentes y los hombres jóvenes.
Unas paradas mortales
El consejero Isiah Thomas, promotor del proyecto de ley, incorporó en la audiencia su experiencia personal. Recordó que la policía le paró en su vehículo por infracciones menores. Relacionó esas paradas infructuosas con un patrón de perfil racial. Otros hablaron de otras paradas que resultaron mortales.
Un ejemplo es el de Sandra Bland, cuya muerte bajo custodia policial fue declarada suicidio. Fue detenida inicialmente en Texas por no señalizar un cambio de carril. En Minnesota, Philando Castille recibió un disparo mortal tras ser detenido por conducir con una luz trasera rota. Y un agente disparó a Walter Scott en Carolina del Sur tras pararlo por una luz de freno rota. Toda la desproporción surgió de paradas menores.
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Francis Healy, asesor especial de la comisionada de policía Danielle Outlaw declaró. Dijo que el departamento ha estado tratando de abordar las disparidades puestas de manifiesto en datos desde el verano pasado. Outlaw ha salido en apoyo de lo que el proyecto de ley está tratando de hacer. Healy insistió en que la aprobación de este proyecto de ley no perjudicaría la capacidad de la policía. No anula la potestad para detener a los conductores que sospechan de cometer un delito.
Latinx Newswire
