Nieta del exsenador demócrata Robert Kennedy con su muerte anunciada este viernes, engrosa el libro de tragedias en la que ha estado involucrada la lúgubre familia estadounidense que ha pasado a la historia por conocer de cerca las caras de la muerte y el poder.
Saoirse Kennedy Hill era una chica de tan solo 22 años, quien el jueves trató de ser socorrida por los servicios de emergencia que acudieron a una residencia en Hyannis Port, sin embargo los paramédicos no llegaron a tiempo para encontrarla con signos vitales.
Los medios locales ya han adelantado que el deceso pudo haber sido consecuencia de una sobredosis, amparados en un largo historial de depresión que ha sido del dominio público. No obstante el fallecimiento se encuentra bajo investigación policial y ninguna experticia forense ha salido a relucir.
La notoriedad en torno a la sombría existencia de Saoirse Kennedy Hill, nieta del exsenador demócrata Robert Kennedy, tuvo su cúspide en la escuela preparatoria, donde publicó un ensayo acerca de sus problemas con la depresión.
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Ethel Kennedy, abuela de la jovencita, ha sido de los pocos familiares que ha extendido un comentario a la prensa, a la que dijo: “El mundo es hoy un poco menos hermoso”.
Sin duda es una Kennedy
La joven, que debía graduarse el año próximo del Boston College, murió este jueves en la residencia propiedad de la viuda de Robert Kennedy, uno de los hermanos menores del presidente estadounidense John F. Kennedy, a donde la policía concurrió en respuesta a una llamada de emergencia.
El diario The Boston Globe indicó que la muerte pudo haberse debido a una sobredosis de medicamentos.
En una declaración difundida en redes sociales, la familia dijo: “Nuestros corazones están destrozados por la pérdida de nuestra querida Saoirse. Su vida estaba llena de esperanza, promesa y amor”.
La marca de la desgracia
El padre de Saoirse Kennedy Hill es el independentista norirlandés Paul Michael Hill, conocido por ser uno de los llamados “Cuatro de Guildford”, acusados erróneamente como participantes en ataques terroristas del Ejército Republicano Irlandés (IRA).
Hill estuvo preso durante 15 años y su historia fue llevada a las pantallas en 1993 en la película “En el nombre del padre”.
Asimismo Saoirse, a la tierna edad de 10 años, allá por el 2007, sufrió lo que aparentemente fue un intento de secuestro cuando volvía de jugar tenis y un vehículo con dos hombres se aproximó a ella.
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En febrero de 2016, en el periódico de la escuela preparatoria Deerfield Scroll, Saoirse publicó un ensayo en el cual describió su “relación” con su “enfermedad mental”.
“Mi depresión echó raíces al comienzo de mi escuela intermedia y estará conmigo por el resto de mi vida”, escribió. “Aunque fui una niña mayormente feliz, he sufrido episodios de profunda tristeza que pesaban como una roca sobre mi pecho”, agregó.
Crece la leyenda negra
El fallecimento de Saoirse se añade a la historia de tragedias en la familia Kennedy a lo largo de siete décadas.
La tragedia más cercana a la ahora difunta fue el asesinato a balazos de su abuelo hace medio siglo en la noche que celebraba su victoria en las primarias en California del Partido Demócrata para la elección presidencial de 1968.
Cinco años antes, el hermano mayor de Robert, el presidente John Fitzgerald Kennedy, había sido asesinado en Dallas, Texas. El hermano mayor de ambos, Joseph Kennedy, murió en 1944 durante la Segunda Guerra Mundial y una hermana, Kathleen, murió cuando se estrelló un avión en Francia en 1948.
En 1984, David Kennedy, un hijo de Robert, murió por sobredosis de medicamentos, y en 1997 otro de sus hijos, Michael, murió en un accidente mientras esquiaba.
En 1999 John Kennedy, hijo del presidente asesinado, su esposa Carolyn y su cuñada murieron al estrellarse una avioneta frente a las costas de Martha’s Vineyard (Massachusetts).
En 2011, Kara Kennedy, hija del exsenador demócrata Edward Kennedy, murió a consecuencia de un ataque cardiaco, y en 2011 la esposa de Robert Kennedy Jr, Mary Richardson, se suicidó.