Familias enteras de trabajadores indocumentados se están marchando de Florida causando un déficit en la mano de obra de sectores esenciales como la agricultura, razón por la cual las “cosechas se pudren” sin recoger en el campo por la faltan empleados, todo por causa de la política migratoria del gobernador Ron DeSantis, ahora también candidato a las primarias republicanas.
La denuncia fue realizada este viernes 26 de mayo por la presidenta del Partido Demócrata de Florida Nikki Fried, quien hasta hace poco ocupo el cargo de Comisionada de Agricultura de este estado.
Al pie del monumento “La antorcha de la amistad” de Miami, que simboliza hospitalidad a los inmigrantes, Fried expuso ante medios de comunicación las razones por las que considera que ley migratoria SB1718 que entrará en vigencia el próximo jueves 1 de junio, causará un “desastre” peor al de leyes del mismo estilo promulgadas en los estados de Alabama y Arizona.
Según la demócrata, la “espina dorsal de la economía” de Florida conformada por la agricultura, el turismo y la construcción, sufrirán un declive a corto, mediano y largo plazo a causa de la ley SB1718 ya que esos tres motores económicos del estado dependen de la mano de obra indocumentada.
La ex funcionaria refirió que algunos cálculos indican que en Florida, un estado de más de 21 millones de habitantes, residen unos 800.000 inmigrantes indocumentados.
El 60% de los trabajadores de la agricultura en Florida permanece en situación migratoria irregular, por lo tanto están amenazados por la ley promulgada por DeSantis, que les condena a la deportación, impone fuertes multas a los empresarios que den empleo a esos trabajadores sin documentación e incluso castiga a los familiares que los ayudan.
Al lado de representantes de las comunidades venezolana, nicaragüense, cubana y colombiana entre otras, la excomisionada de Agricultura de Florida indicó que los efectos de la ley SB1718 ya se comenzaron a sentir, por lo que exhortó a actuar no solo contra esas medidas que calificó de “extremistas”, sino también para evitar que DeSantis llegue a la Casa Blanca.
Desde el pasado 24 de mayo DeSantis es candidato oficial a las primarias republicanas y desde mucho antes ha mostrado con sus acciones que la inmigración irregular será el caballo de batalla de su campaña para llegar a la Presidencia de Estados Unidos.
“No merece ser gobernador de Florida, ni mucho menos llegar a la Casa Blanca”, comentó por su parte Milli Herrera, dirigente comunitaria y expresidenta del Caucus Hispano de Florida, quien destacó los efectos negativos de la ley en las pequeñas y medianas empresas del estado que según dijo “van a vender menos y a comprar menos”.
La ley SB1718 significará menos ingresos para las arcas del estado y menos recursos para el sistema de salud de Florida y puede elevar los precios de los productos básicos, los costos de construcción y los hoteleros, aseguraron los otros oradores presentes en la actividad.
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Por su parte, el economista y profesor universitario nicaragüense Francisco Larios dijo que “es un mito que los inmigrantes no pagan impuestos”, e instó a dejar de ver “la inmigración como un problema”, a pesar de que haya políticos “demagogos” que se lo hagan creer a la gente para crear miedo y división.
Asimismo, Adelys Ferrro miembro de la organización Caucus Venezolano-Americano, acusó a DeSantis de utilizar una retórica de crítica a “gobiernos dictatoriales como el de Venezuela” y luego perseguir a los que llegan a Florida huyendo precisamente de esa dictadura.
Sobre el mismo tema opinó Sabina Covo, comisionada de Miami y empresaria de origen colombiano, quien consideró “una falta de respeto a la dignidad de personas” que en muchos casos llegan a Florida escapando de persecuciones y autoritarismo negarles “sus derechos básicos de tener un techo, trabajo o una licencia de conducir”.