A finales de año y con una nueva ola de coronavirus en camino la COVID está en la prisión de Filadelfia y su sistema improvisa. Al menos esa fue la impresión que dejó la sentencia de un Juez Federal quien ordenó someter a pruebas PCR a toda la comunidad carcelaria.
Con las fechas importantes de las festividades en ciernes el sistema de Justicia desea correcciones en las acciones tomadas en las penitenciarías de Philly. Se ha exigido al Departamento de Prisiones de Filadelfia que realice una prueba COVID-19 a todos los presos y miembros del personal. Los exámenes incluyen a a los oficiales correccionales y supervisores.
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La decisión de confinamiento selectivo asumido por el sistema penitenciario local no ha sido bien visto. Además, de acuerdo a los defensores de los DD.HH. afecta la salud mental de prisioneros y familiares.
La COVID está en la prisión
Sobre este tema escribió pata WYHH el periodista Aaron Moselle. El su texto precisa que el juez de distrito Berle M. Schiller también dictaminó la semana pasada que todas las personas en la prisión deben tener ampliados los mínimos beneficios.
El juez amplió a 45 minutos cada día para ducharse, hacer llamadas telefónicas, y hacer ejercicio. Los defensores de los derechos de los prisioneros dicen que tienen referencias. Algunas personas en las prisiones y cárceles han reportado que tienen 20 minutos – o menos – para completar esas tareas. Todo comenzó desde que el departamento adoptó medidas de “refugio en el lugar” a principios de diciembre. Se aplicaron restricciones similares durante el encierro implementado durante los dos primeros meses de la pandemia. La COVID está en la prisión nuevamente y la medidas han sido más enérgicas.
Espacio de contrapunto
La comisionada de prisiones Blanche Carney discutió la orden judicial. El instrumento es parte de una demanda de derechos civiles en curso. Sin embargo recibió una llamada de atención de los concejales de la ciudad durante una audiencia de emergencia convocada para discutir la respuesta del departamento ante la pandemia.
Los legisladores expresaron su preocupación por la práctica del departamento de poner a los prisioneros infectados en aislamiento. Cuestionaron su decisión de no publicar los datos sobre los índices de positividad del personal. Además criticaron a que se acusara a las familias de realizar visitas virtuales a sus seres queridos que viven en el interior.
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En el momento de la audiencia del lunes, las cárceles de la ciudad informaron de 41 casos activos – asintomáticos y sintomáticos – de COVID-19. Desde el comienzo de la pandemia, el departamento ha registrado un total de 1.020 casos de coronavirus positivos, según la ciudad. Actualmente el sistema tiene poco más de 4.300 presos.
Hasta la fecha, un prisionero ha muerto a causa del coronavirus. Carney dijo que un miembro del personal también ha sucumbido al virus desde marzo.
El sitio web de la ciudad COVID-19 no proporciona datos de infección del personal de la cárcel. Una portavoz dijo que no hay planes para cambiar esa política.
