Hoy el Kremlin ha declarado a través de su portavoz, que de corroborarse la muerte del líder del yihadista Estado Islámico (EI) Abu Bakr al Bagdadi, el hito sería un “importante aporte” del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a favor de la lucha internacional contra el terrorismo.
El vocero de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, expresó que los militares rusos detectaron aviones y drones estadounidenses que pudieron actuar en la zona de la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, donde Estados Unidos anunció que efectuó la operación para acabar con Al Bagdadi.
“No tengo nada más que añadir”, dijo Peskov al ser preguntado sobre si EE.UU. informó a Rusia de su propósito de enviar aviones a esa zona.
Poco después de que Trump anunciara este domingo la muerte del líder del EI, el Ministerio de Defensa de Rusia puso en duda la veracidad de esta información y pidió “pruebas directas” que la corroborasen.
El portavoz de esa cartera, el general Ígor Konashénkov, indicó que “el sábado” y en los últimos días no se registraron ataques con medios aéreos de Estados Unidos ni de la llamada ‘coalición internacional’ en la zona de distensión de Idlib”.
Según el presidente estadounidense, Al Bagdadi se suicidó con un cinturón de explosivos al final de un túnel, junto a sus tres hijos, al ser perseguido por comandos estadounidenses.