La pandemia del coronavirus ha gestado inusuales ayudas financieras. La crisis sanitaria del Sars-Cov-2 es una página en la historia que aún no se ha pasado. Los “small business assistance” en Philly darán una mano amiga a los dueños de pequeños negocios. Socorrerán a los que se han mantenido en la pelea y desean seguir luchando.
En torno a un plan de micro-ayudas dirigido a pequeños empresarios latinos, hablamos con Kersey Azócar. Es manager del programa de subsidios de la Ciudad con Philadelphia Industrial Development Corporation (PIDC). Su talento en el área de finanzas ha sido buscado para administrar el COVID-19 Hospitality Industry Recovery Program. Kersy Azócar de PIDC sabe dónde están “los pesos”.
A la ciudad de Filadelfia le fueron asignados 17 millones de dólares que se transformarán en ayuda para los pequeños negocios. La “liberalidad” está dirigida a los emprendedores en el área de la hospitalidad que demuestren haber perdido al menos 25% de sus ingresos a futuro a causa de la contracción económica impuesta por la pandemia. Los auxilios oscilarán entre $5mil y $50 mil dólares, dependiendo del análisis de cada caso. Para toda Pensilvania la ayuda es de $150 millones.
Según datos ofrecidos por Kersy Azócar, en Philly hay entre 1.500 y 2.000 negocios que son elegibles para “solicitar” la ayuda. Como condición está que en el NAICS Code estén designados como 721 o 722. NAICS es el acrónimo para North American Industry Classification System. Los pequeños empresarios requieren llenar la solicitud en la página www.pidcphila.com. Además consignar los siguientes documentos: Impuestos de 2019, estados financieros o profit and loss, del 2019 y de 2020 y un Formulario W9 que van a firmar. Todos estos pasos debieron realizarse antes del 12 de abril.

Small business assistance
Kersy Azócar es una profesional de las finanzas con hondas raíces en la comunidad latina. Nació en Santo Domingo aunque su familia es de La Vega. “A papá le dieron un contrato de trabajo en Nueva York como promotor y se trajo a la familia entera. En la “Gran Manzana” duramos como tres años. Mi familia siempre tuvo negocios y mis papás siempre venían, viajaban. No éramos extraños a venir para acá. Pero sí fue un choque cultural salir de Santo Domingo y llegar vivir en Nueva York a finales de los noventa”.
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Nuestra entrevistada conoce muy bien el tenor que tienen los Small Businees Assistence. Su trabajo en el área de las finanzas siempre ha tenido el marco social. Una experiencia de 13 años en el área del micro-préstamo la distinguen. En Filadelfia inició con Finanta, una ONG que se fusionó con Community First Fund.
“Siempre he ayudado y servido a la comunidad. No sabes nada de este mundo hasta que no tienes la interacción con los pequeños negocios. Hasta que no está adentro, solo se sabe superficialmente lo que está pasando. Uno oye que son el motor de la economía, pero de verdad cuando uno empieza a trabajar en este campo es que ve los retos. Además observa todas las cosas que los pequeños negocios están experimentando”.
Donde están los dólares
“Trabajar con pequeños negocios es siempre un gran reto”, refirió Kersy Azócar. “Es frustrante no poder darle todo lo que los negocios necesitan. Se trata de un desafío extraordinario. Requieren contabilidad, ayuda con seguros, impuestos… Uno no puede ser todo para los pequeños negocios. Eso siempre ha sido un obstáculo a vencer”.
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En relación a los small business assistance, Kersy Azócar de PIDC es la que sabe cómo obtener el dinero. “Hay dos partes. Una es, qué información necesitan para llenar la solicitud. La otra es, qué documentos van a consignar. Para ‘aplicar’ necesitan saber cuántos empleados tuvieron durante el COVID en el 2020, el ingreso generado, dirección, número de TAX ID o el EIN (Employer Identification Number). Y algo bien importante, si las personas tienen el ET, también son elegibles para solicitar. Este dato es importante porque muchas veces son excluidos. Eso es lo que necesitarían para la solicitud”.
“En términos de consignar documentos, solamente le estamos pidiendo tres. Impuestos de 2019, estados financieros, lo que le dice en profit and loss, del 2019 y de 2020 y un Formulario W9 que van a firmar y ya. Todo el resto de la información es en su mayoría una certificación personal. En resumen es un testimonio de solvencia de impuestos y que están en cumplimiento con todas las reglas de la ciudad”.
En camino más recursos
Frente al horizonte el paisaje no se ve despejado. La vacuna no ha logrado una declaratoria de rendición del virus. Además desde diversas instancias, políticas y científicas, se cree que aún falta demasiado para cantar victoria.
Nuestra entrevistada con sus palabras ofrece un poco de paz a los pequeños empresarios. La ayuda económica que está por ser distribuida no será el único small business assistance que habrá. “Por eso animamos a todos los pequeños negocios para que se preparen. Deben tener todos sus documentos en orden. Pueden además contactar con nuestras entidades comunitarias. El centro de desarrollo de la Universidad de Widener y de Temple es ideal. Hay diferentes entidades que le pueden ayudar para organizar sus documentos. La respuesta es sí, va a seguir viniendo ayuda, recursos, pero es importante que nuestra comunidad esté conectada con esa información. Pasa que se materializa el dinero, pero no llega a donde tiene que llegar. Agradezco esta oportunidad porque eso es lo que queremos, que llegue este mensaje a nuestros pequeños negocios”.

Asesorías disponibles
Nadie aprende a caminar solo. Todos en alguna altura de nuestro desarrollo hemos recibido ayuda. En términos de asistencia a los pequeños empresarios Kersy Azócar es una mina de conocimientos. Ella conoce sus necesidades, sabe la dimensión del reto al que se enfrentan a diario.
Con esa certeza nuestra agente de finanzas dio un paso más allá. Su vocación de servidora la llevó a la senda del counseling. Ella trae en sus alforjas de vida mucha sabiduría. “Nosotros podemos tratar con el mismo respeto y amor a alguien que está buscando un préstamo de 600, o mil dólares, o alguien que quiere un millón. Sabemos cómo hacer esa conexión. Sabemos la historia de aquel que empezó con mil dólares y llegó a obtener medio millón de dólares”.
Su prioridad es la administración del small business assistance del COVID-19 Hospitality Industry Recovery Program, CHIRP. Pero en medio está su vinculación con el Centro de Desarrollo para Pequeños Negocios de la Universidad de Widener. Allí ella desempeña el rol de consultora. “Eso también me permite continuar, proveer y conectar a los pequeños negocios con la asistencia que necesitan”.
PIDC es una CDFI (Community Development Financial Institutions). Tienen una designación para ayudar a la comunidad. Ellos conforman micropréstamos y préstamos grandes también. Han manejado varios programas en la ciudad de Filadelfia. Uno de los últimos que está coordinando es el CHIRP. Con él se le pueden dar ‘becas’ a los pequeños negocios que son elegibles en esa industria entre 5 mil y 50 mil dólares.