“La familia primero, después el dinero”. Mensajes de este tenor se difunden en el deporte estadounidense para explicar la renuncia de sus profesionales a participar en el regreso de las grandes Ligas debido al COVID-19. El dominó se puso en marcha desde hace varias semanas y no para.
La Major League Baseball (MLB) parecía la encargada de dar confianza a Estados Unidos al ser la primera en el retorno, pero ha sucedió lo contrario. A los cuatro días de reiniciar los partidos el calendario diseñado se deshizo luego de una oleada de contagios en los Miami Marlins.
Las grandes Ligas de NBA, MLB, NFL y NHL ya suman una lista larga de profesionales que han optado por renunciar a participar en la alta competición en la actual situación sanitaria. Las diferentes situaciones contractuales y los convenios salariales, diferentes en cada liga, no han eliminado las bajas.
La NBA volvió el viernes pasado y lo hizo sin varios jugadores, que sin ser estrellas de primera fila, han preferido ahorrarse el viaje a la burbuja de Orlando en Florida, uno de los estados considerados de alto riesgo, y donde residen también los Miami Marlins, el equipo de béisbol afectado por el coronavirus.
En el caso de los Lakers la renuncia ha llegado de parte de Avery Bradley, al que los problemas respiratorios de uno de sus hijos le indujeron a anunciar su adiós a esta edición.
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Otro de los que se tomó un descanso es Davis Bertans, el ala-pívot letón, que no estará con los Wizards, con los que promediaba 15 puntos por partido. Un campeón NBA como Trevor Ariza también ha recurrido al aspecto familiar para quedarse en casa. Los Blazers no contarán con su experiencia.
En la competición de béisbol la Liga no se ha recluido en un único centro como lo hizo la NBA y los positivos no han tardado en aparecer. En el torneo que tendrá 60 partidos, si la pandemia no se lo lleva por delante, también reportó la renuncia a jugar de varios peloteros.
Ian Desmond, uno de los grandes bateadores de los Colorado Rockies, renunció a 5 de sus 15 millones anuales por no jugar. La estrella lo anunció en un extenso comunicado en el que mezclaba su preocupación familiar, con cuatro hijos y uno más en camino, y sus reivindicaciones sociales.
El lanzador David Price fue uno de los fichajes estrella de Los Angeles Dodgers, con los que iba a cobrar 12 millones esta campaña, pero no acudirá a la temporada. Mike Leake, pitcher de Los Arizona Diamondbacks, fue el primer jugador en anunciar su ausencia por motivos familiares.
Los campeones, los Washington Nationals, tampoco se han librado de las bajas. Ryan Zimmerman, uno de los clásicos de la entidad, y Joe Ross no comparecen en la temporada. Ambos han obtenido la comprensión de la entidad. Otro célebre, Buster Posey, receptor de los San Francisco Giants, con los que ha ganado tres títulos, se ha ausentado tras la adopción de dos hijas.
Otros ausentes son Félix Hernández y Nick Markakis (Atlanta Braves), Tyson Ross (Giants), Michael Kopech (Chicago White Sox) y Jordan Hicks (Cardinals).