Una jueza de Florida decidió que el Distrito Escolar de Broward en Parkland donde un ex alumno asesinó a 17 personas el 14 de febrero de 2018 en escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, no tenía la responsabilidad de advertir a profesores y estudiantes sobre el peligro que representaba el agresor, Nikolas Cruz, en las semanas y meses previos al mortal ataque.
“El distrito no tenía control sobre Cruz”, dictaminó la jueza de circuito de Broward, Patti Englander Henning, en contestación a una demanda interpuesta por padres de las víctimas, según un reporte publicado por el diario local Sun Sentinel.
En dicha demanda también están incluidos el Nikolas Cruz y a la Oficina del Alguacil del condado de Broward, donde ocurrieron los sucesos de los que el próximo domingo se cumplen tres años.
“No tenían la custodia de él. No tenían la custodia de él. No era un estudiante del sistema y no lo había sido durante más de un año. De hecho, se le negó el acceso al campus una vez que dejó la escuela. El distrito tampoco tenía conocimiento previo de una amenaza definitiva de Cruz”, dictaminó la magistrada.
El fallo jurídico se traduce en una significativa victoria para la Junta Escolar de Broward y una dolorosa pérdida dolorosa los demandantes quienes alegan que el distrito tuvo faltas que permitieron al agresor operar sin control hasta que fue demasiado tarde.
Te puede interesar: Evacuan escuela de Parkland tras una llamada que advertía un tiroteo
Entre quienes demandaron al Distrito Escolar de Broward están Andrew Pollack, padre de la víctima mortal Meadow Pollack y Fred Guttenberg, padre de Jaime Guttenberg, ambos estudiantes muertos, y también demandó el sobreviviente Anthony Borges, quien resultó herido de bala en el tiroteo.
Nikolas Cruz había sido expulsado de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland por motivos disciplinarios. Tras el tiroteo las investigaciones determinaron que el joven, entonces de 19 años, poseía un arsenal en la casa de la familia con la que vivía desde la muerte su madre.
Cruz enfrenta la pena de muerte y en la actualidad tiene 22 años. Fue aprehendido el mismo día del tiroteo y confesó a la Policía haber disparado con un fusil de asalto. Antes de la masacre había recibido tratamiento psiquiátrico.