Juan David Ariza es el director comercial de Franck Muller América Latina y el Caribe, llegó a Estados Unidos en 1999, y desde entonces ha hecho a la nación del norte su hogar. Nació en Barranquilla, sin embargo, tiene mayores recuerdos de Bucaramanga, ciudad donde vivió la mayor parte de su juventud, de hecho, entre sus calles aun aguardan sus amigos y familia.
“Allí hice mi vida, mi juventud. Estudié gran parte de mi colegio allí. Mis mejores amigos están allí hoy. Mamá, papá, mis suegros, todos viven allí hoy, así que es y será mi casa siempre”, contó. La conexión con Colombia está muy presente, por familia y por trabajo.
Para Juan David vivir en EE. UU no era algo inimaginable. Lo visualizó desde muy joven pues siempre ha admirado la cultura, la forma de vivir, la seguridad y el hecho de que “este país devuelve lo que uno le invierte”, aunado a eso, en el año 98, Colombia vivía tiempos turbulentos en cuanto a la seguridad y la política.
“Este país al principio le recuerda a uno que no va a ser fácil. Yo hice absolutamente todo cuando llegué, fui mensajero, no tenía papeles, tenía que luchar, nunca estuve ilegal, pero no tenía posibilidades de trabajar. Al principio fue muy difícil. Con ganas de volver y regresar, pero mi esposa fue muy resiliente y no me dejó. Aquí estamos 26 años después”.
Pero, sin pensarlo, volvería a tomar la decisión de volver a emigrar a Estados Unidos.
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Un trabajo que enorgullece

Los relojes Franck Muller son uno de los más conocidos, respetados y lujosos del mundo. La manufactura fue fundada en Ginebra por Franck Muller y Vartan Sirmakes con el objetivo de crear relojes exclusivos caracterizados por movimientos complicados y diseños originales.
“Gracias a su gran capacidad interna en numerosos campos de la Alta Relojería, esta joven empresa se convirtió rápidamente en una de las mejores marcas de relojería suiza. En la actualidad, creemos que hemos conseguido combinar la audacia y la creatividad con un excepcional saber hacer en el campo de la Alta Relojería”, reseña su sitio web oficial.
Juan David es la cara de la marca para América Latina y el Caribe. Las piezas son el resultado de una suma de ingeniería a escalas, alta joyería, refinamiento en el diseño y paciencia, en una fabricación extremadamente delicada y precisa. Un reloj puede llevar meses de trabajo, e incluso años. “Al ser la persona encargada de la operación de relojes Franck Muller para América Latina y el Caribe es precisamente desocuparme de todo el tema de venta y mercadeo. Es una marca que está empezando en la región, así que hay todo por hacer todavía”.
Juan está con un equipo pequeño, por ahora, pues apenas están iniciando los primeros pasos de la marca en este lado del mundo, pero contó que “empezar un proyecto nuevo es muy gratificante y retador”.
Anteriormente trabajó 18 años con Hublot, pero los cambios son necesarios. Pese a que describe a esa etapa como “maravillosa”, sintió que necesitaba un renacer dentro de la industria.
Los valores y la familia
Las comunidades latinas se distinguen por el respeto a sus familias. La unión y los valores son clave en su desarrollo. Los colombianos no escapan de este precepto, y tampoco la experiencia de Juan David.
“El mensaje de papá y mamá siempre está ahí, de hacer el bien, de ser correcto, de ser una persona seria, respetuosa del tiempo, respetuosa de los demás. Esos valores colombianos siempre están muy presentes conmigo y hoy con mis hijos”, relató.
Para este empresario, la gran mayoría de los colombianos en el exterior intenta hacer las cosas correctas, “muy orgullosos de nuestra legión colombiana en Estados Unidos. Muy poco damos qué hablar, muy poco damos qué hacer, somos gente de mucho trabajo, de mucho esfuerzo. Para las personas que se quieran venir, lo que decía anteriormente, estar dispuestos a pagar el peaje -como yo le llamo- que es muy difícil, pero cuando las cosas se dan y se hacen de la manera correcta. El resultado siempre es muy bueno”, finalizó.