Según las cifras más recientes, los infectados por COVID-19 en Italia ascienden a 9.172 y los fallecidos sumaban 463. Con la finalidad de contener el aumento de los contagios, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, firmó en la noche del lunes 9 de marzo el decreto con el que extiende a todo el país las medidas restrictivas de desplazamientos impuestas el pasado sábado a 15 regiones del norte del país, las más afectadas por el virus.
“Toda Italia será zona protegida. Ya no hay más área roja, verde o amarilla. Todos los movimientos están prohibidos, excepto por necesidades probadas”, señaló el primer ministro en un discurso televisado.
“Sabemos lo difícil que es cambiar los hábitos. Desgraciadamente no hay tiempo. Todos debemos renunciar a algo por el bien de Italia, nuestros padres, nuestros abuelos. Y debemos hacerlo de inmediato”, agregó.
En la madrugada de este martes 10 de marzo fue divulgado el decreto que “prohíbe” expresamente “toda forma de aglomeración de personas en lugares públicos”.
A partir de esta fecha los 60 millones de habitantes del país no podrán desplazarse de una ciudad a otra a no ser que se haga por tres razones específicas: trabajo, salud o una emergencia, para lo que la persona que transite deberá certificarlo en un documento.
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Además, el Gobierno extendió la suspensión de las clases en colegios y universidades de toda Italia hasta el 3 de abril. Previamente se había anunciado que la medida era hasta el 15 de marzo.
Quedan suspendidas las competiciones deportivas en áreas públicas y privadas, como los partidos de fútbol, con excepción de los entrenamientos de atletas para los Juegos Olímpicos que podrán usar esos espacios a puerta cerrada, y se cerrarán los gimnasios.
Recomiendan que en la calle la gente debe mantener una distancia recomendada de un metro entre sí, las personas ancianas deben permanecer en casa y los bares y restaurantes solo estarán abiertos desde las 6:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde.
Asimismo quedan cerrados los cines, teatros, discotecas, museos y bibliotecas, así como los actos religiosos.
El Gobierno ha recordado que el decreto permite salir a hacer las compras que sean necesarias, como de costumbre, y ha llamado a la calma para evitar aglomeraciones para proveerse de alimentos pues las mercancías pueden transitar por toda Italia y no habrá desabastecimiento.
Para impulsar la economía italiana, golpeada por la epidemia del coronavirus, el gobierno en Roma acordará medidas por un valor de cerca de 10 mil millones de euros, adelantó el ministro de Industria, Stefano Patuanelli, este martes en una entrevista radiofónica.