Aunque la conectividad digital es una necesidad esencial en el mundo moderno, miles de comunidades rurales en Florida afrontan un atraso significativo en el acceso a Internet de alta velocidad, una situación que limita su desarrollo económico y social.
Mientras que las zonas urbanas las personas disfrutan de amplias opciones de banda ancha, en las áreas rurales el alto costo de construcción y mantenimiento de infraestructura es un obstáculo para que los ciudadanos disfruten es ese servicio.
A los fines de solventar esta situación el gobierno federal, a través del programa Broadband Equity Access and Deployment (BEAD), asignó 1.100 millones de dólares a Florida. Con este financiamiento se pretende garantizar que las comunidades más aisladas también puedan acceder a Internet de alta velocidad, es una medida que representa un hito en la lucha por reducir la brecha digital en el estado.
El impacto de esta iniciativa se reflejara en servicios clave como educación en línea, salud y acceso a recursos gubernamentales que dependen directamente de una conexión estable. No obstante, el esfuerzo por una buena conectividad no se limita a lo federal, pues iniciativas locales complementan este proyecto que refuerza la importancia de un acceso equitativo para todos los residentes del estado del sol.
Florida también afronta un desafío administrativo significativo ya que para recibir la totalidad de los fondos el estado debe presentar un plan detallado que cumpla con los estrictos requerimientos federales. El Departamento de Comercio de Florida será responsable de gestionar este proceso asegurando que cada dólar sea utilizado de manera estratégica.
El programa BEAD una de las iniciativas más ambiciosas del gobierno federal que busca suministrar conectividad a comunidades desatendidas en todo el país. Dicho programa, respaldado por la ley de infraestructura de 2021, representa la mayor inversión en banda ancha en la historia de Estados Unidos.
En Florida los fondos se canalizarán mediante la iniciativa estatal “Prosperidad a través de una Florida conectada” que está enfocada en expandir los servicios de banda ancha en áreas rurales. Aunque hasta un 2% del financiamiento puede destinarse a gastos administrativos, la mayor parte del presupuesto se dedicará a la construcción de infraestructura clave como cables de fibra óptica y torres inalámbricas.
Los esfuerzos estatales están respaldados por importantes proyectos locales como el adelantado por el condado de Miami-Dade donde se aprobó la expansión del Wi-Fi gratuito para estudiantes y agricultores de bajos ingresos. Esta medida, aunque específica, refleja el compromiso de los gobiernos locales por garantizar la inclusión digital.
También las alianzas público-privadas tienen un papel decisivo en este proceso; empresas de telecomunicaciones están trabajando con autoridades estatales y locales para reducir costos y acelerar el desarrollo de infraestructura en comunidades aisladas.
Lo importante
La representante de Florida, Frederica Wilson, copatrocinadora de la ley de infraestructura de 2021 dijo: “Internet se está convirtiendo en una parte cada vez más importante de nuestro mundo, y quienes no tengan acceso a ella se quedarán atrás”.
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Este financiamiento no solo lleva servicios esenciales a comunidades rurales, sino que crea oportunidades para la educación, la salud y el desarrollo económico, asegurando que todos los floridanos puedan prosperar en un mundo cada vez más conectado.