Al parecer las invisibles fuerzas humanitarias han actuado y hoy se ha dado la liberación de dos presos, uno de origen estadounidense y otro iraní, en un intercambio de reos que fue conocido a través de un tuit del ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif.
El intercambio se habría concretado este sábado, en una acción sin detalles transparentes de ninguno de los dos países, que no mantienen relaciones diplomáticas desde hace cuatro décadas.
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“Me alegra que el profesor Masud Soleimaní y el señor Xiyue Wang se unan a sus familias en breve”, escribió en Twitter el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, que publicó asimismo un par de fotografías junto al científico iraní.
Going home pic.twitter.com/HZHPDc20aj
— Javad Zarif (@JZarif) December 7, 2019
De acuerdo a los archivos de prensa Soleimaní fue detenido en el aeropuerto de Chicago el año pasado, mientras que el investigador y académico estadounidense Wang lo fue en 2016 en Irán y acusado de espionaje.
En su cuenta del pajarito azul Zarif acompañó las imágenes con Soleimaní, una de ellas en un avión oficial de la República Islámica, con la frase “de camino a casa” y agradeció “a todos los involucrados” en este proceso de liberación, en especial el Gobierno suizo.
La Embajada de Suiza en Teherán representa los intereses de EEUU en Irán debido a la ausencia de relaciones diplomáticas entre ambos países desde 1980.
Es preciso recordar que en abril pasado, el jefe de la diplomacia iraní reveló que su país había propuesto un posible intercambio de prisioneros a EEUU seis meses antes, pero que todavía no había recibido una respuesta.
En la oportunidad el diplomático expresó que ponía “esta oferta sobre la mesa públicamente ahora”, quien además señaló que tanto Irán como EEUU creen que los cargos contra sus ciudadanos son “falsos”.
Washington ha instado a la liberación de Wang, así como de los otros estadounidenses presos en Irán, en numerosas ocasiones, alegando que su encarcelamiento es injusto.
Según se guarda en los datos editoriales que han hecho seguimiento a la historia, Wang, de origen chino, pero cuidadano estadounidense, fue condenado a diez años de cárcel por “colaborar con gobiernos extranjeros” y, según Teherán, buscaba en 2016 infiltrarse en instituciones de investigación para obtener información clasificada del país.
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En cuanto a Soleimaní, un investigador de células madre, estaba acusado en EEUU de intentar exportar materiales biológicos a Irán, unos cargos que el iraní negaba, al igual que había hecho el estadounidense.
Irán mantiene detenidos a numerosos extranjeros o iraníes con doble nacionalidad, principalmente estadounidense y británica. Oficialmente los investiga o detiene por espionaje, pero al mismo tiempo sirven como una palanca de presión frente a esos países.
Este intercambio de presos se produce en un momento de gran tensión entre Teherán y Washington debido principalmente a las sanciones impuestas por EEUU contra Irán tras retirarse de modo unilateral del acuerdo nuclear de 2015.