El Gobierno de Estados Unidos despidió el viernes por la noche al fiscal federal en Manhattan, Geoffrey Berman, un funcionario que supervisa juicios clave de varios aliados del presidente Donald Trump y una investigación de su abogado personal Rudy Giuliani.
El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, anunció en un comunicado que Berman renunciaba a su cargo y que el Presidente nominaba en su lugar al actual presidente de la Comisión de Bolsa y Valores, Jay Clayton, que no tiene experiencia previa como fiscal.
Sin embargo, el propio Berman dijo que se niega a dejar su puesto y que sus investigaciones continuarán. “Yo no he renunciado y no tengo intención de dimitir de mi puesto”, aseguró.
El fiscal Berman hizo la aclaratoria horas después de que Barr anunciara que Berman iba a renunciar a su cargo. Berman denunció haberse enterado por el comunicado de que estaba siendo despedido.
“No he renunciado y no tengo intención de renunciar”, afirmó el fiscal en otro comunicado.
Según The New York Times, ambos mantuvieron una reunión el viernes 19 de junio en Nueva York y Barr le despidió después de que Berman se negase a renunciar.
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Berman, que es republicano, es el fiscal que lideró el caso contra Michael Cohen, un ex abogado de Trump que colaboró con la Justicia y que fue condenado a cárcel por diversos delitos económicos.
Además de Cohen, Berman también ha investigado al ex alcalde de Nueva York y ahora abogado de Trump, Rudy Giulliani, así como al entramado empresarial del mandatario y su campaña presidencial.
De acuerdo al Times, la Fiscalía de Manhattan (oficialmente del Distrito Sur de Nueva York), es quizás la más prestigiosa del país y tiene una tradición de independencia respecto a los gobiernos de una y otra tendencia.
La destitución de Berman llega días después de las revelaciones que el ex asesor de seguridad nacional John Bolton hizo en su libro sobre Trump, entre ellas su voluntad de intervenir en varias investigaciones a nivel federal.
Una de ellas la lideraba Berman e implicaba a una empresa turca por violar las sanciones estadounidenses a Irán, una investigación que Trump prometió al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que solucionaría.
“Trump entonces le dijo a Erdogan que se encargaría de eso, explicando que los fiscales del Distrito Sur no eran su gente, sino la gente de (Barack) Obama, un problema que se solucionaría cuando fueran reemplazados por su gente”, escribe Bolton.