Una singular protesta fue escenificada por centenares de personas en la Calle Ocho de Miami el pasado fin de semana. Una réplica de la celda donde permanece detenido José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) más de un mes fue instalada en la transitada vía que es centro de reunión habitual del exilio cubano.
Una escenificación de las supuestas condiciones de aislamiento y tortura en las que el Gobierno cubano mantiene a Ferrer, fueron representadas por el expreso político Guido Sigler Amaya, quien encarnó a Ferrer.
“Lo tienen incomunicado y no he podido hablar con él. Temo mucho por su vida porque esta es la primera vez que lo maltratan y lo torturan tan fuerte”, dijo la madre del detenido, Amelia García Vega.
En un comunicado suscrito por Nelva Ortega, esposa de Ferrer, se explica que en la celda de castigo donde se encuentra recluido está con un criminal “agresivo que le golpea cada vez que alza la voz y protesta o demanda atención médica”.
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Ferrer confirmó a su cónyuge la autoría de un manuscrito divulgado en días pasados en el que denunciaba torturas y aseguraba que su vida “corre grave peligro”.
El líder de la UNPACU es uno de los 75 comunicadores y activistas de la oposición en Cuba que en la primavera de 2003 fueron condenados y encarcelados y más tarde consiguieron un indulto con ayuda del Gobierno español.
El opositor fue detenido sin que se le comunicaran los motivos del arresto ocurrido el pasado 1 de octubre junto a otros cinco disidentes, durante una redada policial en la sede de UNPACU en Santiago de Cuba.