Problemas médicos que al parecer fueron insalvables, hicieron perder la vida de un salvadoreño que tenía menos de 48 horas bajo custodia de la Patrulla Fronteriza de acuerdo a una información remitida a los medios locales por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
De acuerdo a las autoridades de control migratorio se trata de un hombre de 32 años de origen salvadoreño quien fue detenido en el estado de Texas. La reseña oficial indica que el hombre murió en una estación de la Patrulla Fronteriza en Lordsburg, Nuevo México.
La agencia federal señaló en una declaración que el indocumentado había sido detenido y puesto bajo custodia la noche del miércoles en la estación tejana de El Paso y que luego, mientras era procesado en Lordsburg, “cayó en problemas médicos”.
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“Los intentos por revivir al individuo no tuvieron éxito” y fue declarado muerto la madrugada del jueves, indicó CBP mediante un comunicado, en el que expresó sus condolencias a la familia del salvadoreño y reiteró su compromiso con “la salud, la seguridad y el trato humano” de quienes están bajo su custodia.
De acuerdo al protocolo vigente la Oficina de Responsabilidad Profesional de la agencia federal ha iniciado una investigación sobre el deceso, del que se ha informado al Departamento de Seguridad Nacional y al Gobierno de El Salvador, entre otros. La identidad de inmigrante fallecido no ha sido divulgada.
En la luctuosa cuenta que se genera en la frontera sur, durante el último mes se ha reportado la muerte de por lo menos 10 inmigrantes indocumentados en las zonas limítrofes de Arizona, Nuevo México y Texas, entre ellos figura una mujer y tres niños, cuyos cuerpos fueron hallados en la línea binacional de Nuevo México, así como una niña de siete años proveniente de la India y que murió en Arizona.
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De igual modo, figuran el salvadoreño Óscar Alberto Martínez, de 25 años, y su pequeña hija Valeria, de tan solo 23 meses de edad, cuya imagen flotando boca abajo en la orilla del lado mexicano del río Bravo se convirtió en el símbolo de una crisis humanitaria que empeora día a día.
De acuerdo a cifras de CBP, durante el año fiscal 2018, que terminó en septiembre del año pasado, murieron 283 inmigrantes indocumentados a lo largo de la frontera entre EE.UU. y México, 96 de ellas en el sector del Valle del Río Grande (Texas).