El Tour de France no empezó como estaba planeado ya que una aficionada se metió a la carretera y ocasionó un aparatoso accidente, por el cual las autoridades francesas ya abrieron una investigación.
La mujer se saltó la valla y se puso frente al pelotón con un cartel en las manos, aparentemente para mostrar un mensaje en televisión. Sin embargo, el ciclista alemán Tony Martin se estrelló en su contra, haciendo que otra docena de deportistas terminaran en el piso. El accidente fue de tal magnitud que al pelotón le llevó hasta 25 kilómetros para reagruparse por completo.
Las autoridades de la zona del Finisterre, en el oeste de Francia, abrieron una investigación sobre la causa de «lesiones involuntarias…. por violación manifiestamente deliberada de una obligación de seguridad o prudencia», según un comunicado en Facebook.
Las autoridades hicieron un llamado a los testigos, ya que la mujer abandonó el lugar de los hechos antes de que llegaran los investigadores.
Un portavoz de Amaury Sports Organization, el organizador del Tour de France, confirmó a CNN que la empresa había presentado una denuncia a las autoridades.
Según el sitio web del Tour de France, tres corredores se retiraron de la carrera tras la primera etapa del sábado, entre ellos el alemán Jasha Sutterlin, que se vio involucrado en el accidente.
Su equipo, el DSM, dijo en un comunicado que a Sutterlin «se le trasladó al hospital para su evaluación, que reveló que no había huesos rotos, pero sí una contusión grave en la muñeca derecha que requerirá más exámenes en su país».
Fue la primera de las dos grandes caídas de la etapa. La segunda ocurrió a 8 km del final, en la que se vio involucrado el tetracampeón Chris Froome y muchos otros.
El ganador del Tour de Francia de 2012, Bradley Wiggins, dijo que no sentía ninguna simpatía por la aficionada, que tal vez no tenía la intención de provocar ese choque.