La revista médica The Lancet publicó recientemente un estudio que estima que alrededor de 1,5 millones de niños quedaron huérfanos o perdieron a un cuidador a causa de la COVID-19.
Este informe, analiza las cifras de los menores de edad que perdieron a un cuidador primario por el coronavirus en 21 países que concentran el 77% de las muertes oficialmente registradas por el COVID-19 en el mundo.
Los hallazgos estiman que, a escala global, más de 1.13 millones de niños perdieron al menos a uno de sus padres, abuelos o cuidadores por causas relacionadas con el virus.
El estudio fue elaborado por académicos de la Universidad de Harvard, el Imperial College de Londres, la Universidad de Oxford, el University College de Londres y la Universidad de Ciudad del Cabo, e instituciones como el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS). El análisis se hizo con base en datos sobre COVID-19 proporcionados por la Johns Hopkins University.
Puedes leer: El nuevo concierto de Billie Eilish llegó a Disney
Los autores del documento evaluaron estadísticas de fallecimientos entre marzo del 2020 y abril del 2021, aseguran que el número de huérfanos a esa fecha era de 1,5 millones y pudo haber aumentado incluso a cerca de dos millones en los últimos tres meses.
Al respecto, la investigadora Susan Hillis, que estuvo al frente de este estudio, dijo que, por cada dos personas fallecidas, un niño queda huérfano. «Nuestras estimaciones del número de niños afectados, que se acaban de publicar, indican que por cada dos personas que mueren por covid-19, un niño queda huérfano tras enfrentar la muerte del padre o la madre, o del abuelo o la abuela que lo cuidaba y que vivía en su casa».
Este estudio tuvo en cuenta el concepto de orfandad aportado por la Unicef, que se refiere a la muerte de uno o de ambos padres, y al fallecimiento de cuidadores que ejercen la custodia del menor de edad.
En este grupo de los países más afectados predomina la presencia de naciones latinoamericanas. Perú ocupa el primer lugar, con 10,2 huérfanos por cada 1.000 niños, seguido por Sudáfrica (5,1), México (3,5), Brasil (2,4), Colombia (2,3), Irán (1,7), Estados Unidos (1,5), Argentina (1,1), Rusia (1,0) y Polonia (1,0).