Al parecer el histriónico sello que ha caracterizado la vida de Donald Trump lo llevará a no reconocer jamás la victoria de Joe Biden. Hoy se pronunciará el Colegio Electoral y el aún presidente mantiene intacta su improbada teoría de un fraude electoral masivo.
La negativa obstinada del actual presidente Donald Trump de admitir su derrota pareciera buscar un hito personal. Al parecer quiere pasar a la historia como un presidente que perdió a consecuencia de un complot.
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Sin embargo a la fecha nadie en la campaña ha probado la demanda, todos sus abogados han hecho defensas retóricas y los jueces no han admitido los procedimientos. De allí que el reconocimiento formal por el Colegio Electoral hoy de la victoria de Biden tiene un inusual matiz en la historia del país.
Colegio Electoral: Votación indirecta
Los datos que están en la conformación de los sufragios del Colegio Electoral están certificados. El demócrata ganó con un total de 81,3 millones de votos, 51,3% de los sufragios emitidos. El magnate republicano obtuvo 74,2 millones (46,8%).
De acuerdo a nota publicada por Francesco Fontemaggi de la AFP, aunque en los últimos años ha habido algunos “electores infieles”, que votaron por un candidato que no ganó en su estado, su número nunca ha sido suficiente para cambiar el resultado de una elección.
Biden se alzó con 306 de los 538 grandes electores, y Trump con 232. Para ganar la elección eran necesarios al menos 270.
Los miembros del Colegio Electoral formalizarán el proceso el lunes, aunque los delegados lo hacen por separado en cada estado.
En la noche Biden pronunciará un discurso para celebrar la última confirmación de su victoria. Será una noche en la que también se festejará “la fuerza y la resistencia” de la democracia estadounidense.
Trump no recapacita
Donald Trump ha seguido haciendo afirmaciones infundadas. Califica la elección de noviembre como la “más corrupta en la historia de Estados Unidos”. La declaración la tuiteó una vez más el domingo.
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No obstante, su campaña no ha podido probar ningún fraude. Además sus impugnaciones legales a la votación, examinadas por decenas de jueces, han sido desestimadas, con una sola excepción.
La propia Corte Suprema, a pesar de contar con una mayoría conservadora gracias a las designaciones de tres de sus integrantes por Trump, se negó el viernes siquiera a considerar dos demandas de los republicanos.