Si a una persona no le gusta su corte de cabello (o el de algún familiar) se va del local y no vuelve, ¿cierto? En el peor de los casos reclama en la barbería y continúa con su vida sin mayor complicación que la de tener un cabello mal arreglado.
Sin embargo, a un hombre en Nueva Jersey -molesto por cómo quedó el corte de su padre- le pareció que era una mejor idea arrojar gasolina al piso del local para expresar su descontento, poniendo en riesgo la vida de los presentes.
El curioso suceso ocurrió el lunes 21 de febrero durante el mediodía en The Zone Barber Shop, una peluquería ubicada en 1114 61st St, North Bergen, según el medio Pix11.
Un video muestra al hombre vertiendo líquido de una lata de gasolina roja en el piso del local. Había alrededor de 15 personas en la barbería, incluido un niño de cuatro añitos.
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Cuando la policía llegó al lugar, encontraron a los trabajadores reteniendo al sospechoso. Las autoridades recuperaron una lata de gas de cinco galones.
“No tengo fósforos”, gritaba el sospechoso en el vídeo mientras era sometido.
Según versiones, el padre del sujeto aparentemente le comentó a su hijo que el cobro por el corte había sido excesivo y que las tijeras no fueron desinfectadas. Pero la dueña de la barbería, Licelys Olmo, argumentó que el cliente no tuvo ningún problema con el corte de pelo y que incluso le dio una propina de $ 4 al barbero.
El sospechoso nunca había tenido en problemas con la ley anteriormente, de acuerdo con las autoridades.
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