La condición de estadounidense, que traduce el reconocimiento de una persona que posee una serie de derechos políticos y sociales por ser oriundo de los Estados Unidos, ha sido negada como estatus automático para aquellos hijos de militares y diplomáticos en misiones en el extranjero.
Desde hoy las autoridades de los Estados Unidos no reconocerán de forma expresa a los hijos de embajadores y agregados militares, situación que de acuerdo a los analistas merma en el concepto de “extraterritorialidad” de las misiones diplomáticas y dejará a la deriva a un número indeterminado de niños hijos de estadounidenses.
De acuerdo al derecho internacional los trabajadores diplomáticos fuera del país están amparados por el estatus extraterritorial, sumiéndose a las leyes del país al que representa. En este caso las autoridades de la administración Trump han colocado una “nueva regla”, en la que no basta con ser hijo de estadounidenses en servicio exterior, para aspirar a la ciudadanía.
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La nueva política entrará en vigor hoy, por el momento, se desconoce el número de personas potencialmente afectadas.
Hasta ahora, el Gobierno consideraba que los niños que nacían de padres estadounidenses en el extranjero estaban “residiendo en EE.UU.”, porque sus progenitores trabajaban en bases militares o legaciones diplomáticas del país.
A partir de ahora, los niños no serán considerados ciudadanos estadounidenses de manera automática y sus padres tendrán que iniciar un proceso para que el Ejecutivo se la otorgue, un trámite que deben completar antes de que su hijo cumpla 18 años, dijo el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés).
Frente al nuevo precepto se ha establecido un “juego” importante de excepciones y reglas que manejará en cada caso el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.
Los cambios no afectarán a aquellos niños, cuyos dos padres tengan la ciudadanía de EE.UU., siempre y cuando al menos uno de los progenitores resida en el país.
Tampoco se verán afectados aquellos pequeños que cumplan con la siguiente condición: tener padres casados, siendo uno de ellos ciudadano estadounidense y otro nacional de un país extranjero.
Estos cambios se engloban en los esfuerzos del presidente de EE.UU., Donald Trump, por reducir el flujo migratorio que llega al país.
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Este mismo mes, la Administración presentó una normativa que permitirá rechazar los permisos de residencia concedidos a los inmigrantes que las autoridades consideren que se han convertido en una “carga pública” para EE.UU.
Con esta nueva norma, el Gobierno de Trump reducirá también la cantidad de inmigrantes legales a los que se les permite ingresar y residir en el país, al facilitar el rechazo de las solicitudes de las “green card” (permiso de residencia permanente) o de algunos visados.