Aunque la ONU y las oenegés advierten sobre una hambruna inminente en la Franja de Gaza, este término solo puede declararse basado en criterios estrictos y evidencia científica.
Sin embargo, actualmente es prácticamente imposible establecer tal evidencia debido a las dificultades para desplazarse por el territorio palestino sitiado.
¿Qué es una hambruna?
Desde 2004, el término “hambruna” se define con criterios estrictos, basados en una escala de clasificación de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) y fundada en estándares científicos.
La hambruna es la quinta y última etapa (CIF5) de esta escala, caracterizada por la “privación extrema de alimentos”.
Una hambruna se produce cuando se alcanzan tres umbrales: el 20 % de los hogares de una región sufre una severa escasez de alimentos, el 30 % de los niños sufre desnutrición aguda y dos de cada 10.000 adultos mueren diariamente como “consecuencia directa del hambre o de la interacción entre la desnutrición y las enfermedades”.
Una vez cumplidos estos criterios, corresponde a los gobiernos locales y a las agencias de la ONU declarar una hambruna.
¿Cuál es la situación en Gaza?
“Actualmente no podemos realizar los estudios que permitirían determinar formalmente el estado de hambruna”, afirma Amande Bazerolle, coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF).
Bazerolle dijo que era imposible para ellos como organización examinar a los niños, “tomar sus medidas, evaluar su relación peso-altura” para determinar su estado.
“Todos estos desplazamientos continuos (forzados por el ejército israelí, ndlr), el hecho de que tampoco podamos ir al norte (de la Franja de Gaza), ni a muchos de los lugares donde se encuentran las personas más afectadas, complica enormemente la situación”, añade Jean-Raphaël Poitou, director para Medio Oriente de Acción contra el hambre.
“Hemos tenido dificultades con los datos y el acceso a la información”, explicó Nabil Tabbal, del programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en una rueda de prensa. Sin embargo, “debemos confiar absolutamente en datos fiables (…) este trabajo continúa”.
Los pocos indicadores disponibles son alarmantes sobre la situación alimentaria en la Franja de Gaza, donde una “gran proporción” de la población “muere de hambre”, según el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Una cuarta parte de los niños menores de cinco años y de las mujeres embarazadas y lactantes examinados por MSF la semana pasada sufren desnutrición aguda, advirtió la ONG el viernes, acusando a Israel de utilizar el hambre como “arma de guerra”.
Aproximadamente un tercio de los residentes de Gaza pasan días sin comer, y la desnutrición está aumentando drásticamente, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
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El martes, un hospital de Gaza informó que 21 niños murieron por desnutrición o inanición en 72 horas.
Los escasos productos disponibles en los mercados son inaccesibles. Un kilogramo de harina alcanza el exorbitante precio de 100 dólares, mientras que las tierras cultivables han sido devastadas por la guerra.
Según las oenegé, los veinte camiones de ayuda que entran al enclave cada día, en gran medida insuficientes para los casi dos millones de gazatíes hambrientos, son saqueados sistemáticamente.
“Se ha vuelto técnico explicar que nos encontramos en una situación de inseguridad alimentaria aguda, IPC4, que afecta a casi toda la población. No tiene eco en la gente”, explica Amande Bazerolle: “Sin embargo, nos dirigimos hacia la hambruna, eso es seguro”.
¿Es posible evitarla?
Alrededor de un centenar de oenegés internacionales, entre ellas Médicos Sin Fronteras, Médicos del Mundo, Cáritas, Amnistía Internacional y Oxfam Internacional pidieron a Israel que abra los cruces fronterizos para la ayuda humanitaria.
Sin embargo, el ejército israelí niega haber bloqueado la ayuda. El martes declaró que 950 camiones con ayuda se encontraban en Gaza, a la espera de que las agencias internacionales los recogieran y distribuyeran.
Por su parte, las ONG denuncian las drásticas restricciones impuestas por Israel. Todas señalan al sistema establecido por Israel y Estados Unidos a través de una organización privada llamada Fundación Humanitaria de Gaza (FGH).
La ONU acusó el martes al ejército israelí de haber matado a más de 1.000 personas que buscaban ayuda humanitaria en Gaza desde finales de mayo, la gran mayoría de ellas cerca de los cuatro centros de la FGH.
Para Francia, el “riesgo de hambruna” en Gaza es “resultado del bloqueo” impuesto por Israel, declaró el miércoles el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
“Hoy en Gaza, no hay hambruna causada por Israel”, respondió el portavoz del gobierno israelí, David Mencer, acusando a Hamás de impedir la distribución y saquear la ayuda, algo que el movimiento palestino siempre ha negado.
Para algunos, el debate semántico o técnico sobre una declaración de hambruna parece fútil dada la urgencia de la situación.
“Cualquier declaración de hambruna (…) llega demasiado tarde”, afirma Jean-Martin Bauer, Director de Seguridad Alimentaria y Análisis Nutricional del PMA: “Para cuando se declara oficialmente la hambruna, ya se han perdido muchas vidas”.
En Somalia, en 2011, cuando se declaró oficialmente la hambruna, la mitad del total de víctimas del desastre ya había muerto de hambre.
Por: AFP