La imagen de Haití como un país afectado por desgracias y alejado de todo lo que suene a normalidad, ha fomentado la percepción de una nación solitaria en su sufrimiento, situada en algún lugar perdido del Caribe, lejos de Dios y de occidente. Y por supuesto, fuente amenazante de migrantes indeseados.
Esta ideología de aislamiento es deconstruida por María Atuesta con el propósito de comprender las fuerzas sociales e históricas que entraman la migración haitiana. “Identifico esta ideología como aquella que retrata a Haití como un país en crisis permanente, aislado del resto del mundo; un país pobre condenado por su propia naturaleza”.
Atuesta es becaria postdoctoral en el Centro de Estudios Latinoamericanos y Latinx (CLALS). Tiene un doctorado en Planificación Urbana por la Universidad de Harvard y un máster en Planificación Urbana y Regional por la UC Berkeley.
View this post on InstagramAdvertisement. Scroll to continue reading.
Las reflexiones surgen en el marco del simposio La migración haitiana a través de las Américas celebrado en abril con la colaboración del Centro para el Estudio de Etnia, Raza y Migración (CSERI) en la Universidad de Pensilvania.
Puedes leer: Ocurrió otra vez. Encuentran 50 migrantes muertos en camión abandonado en Texas
Según la especialista, la perspectiva que describe a Haití aislado del resto del mundo nos aleja de la comprensión de la migración haitiana. “Haití no es una isla aislada en el mar Caribe. Es un territorio en movimiento que conecta las historias nacionales, políticas, económicas y sociales, con los viajes migratorios individuales y las relaciones transnacionales”. afirma Atuesta en una publicación de CLALS.
Políticas internacionales
Durante el simposio se subrayó la necesidad de revisar políticas internacionales que han impactado al país. Como ejemplo de estas políticas cita ·”la imposición de una nueva constitución a Haití por parte de EE.UU. en 1917, que dio a los empresarios estadounidenses la capacidad de poseer tierras en Haití, y que expuso a muchas familias rurales a futuros despojos y a condiciones de trabajo nocivas”.
Atuesta señala la demanda de mano de obra barata como otro mecanismo por el que la migración haitiana no es sólo una cuestión de Haití. “Los nacionales haitianos han llegado a representar una de las principales fuentes de mano de obra barata en las industrias agrícolas y de la construcción, no sólo en Estados Unidos sino también en otros países de América Latina”.
“La estacionalidad de estos diferentes tipos de trabajos y las condiciones laborales deficientes han obligado a estos trabajadores a seguir caminos de migración perpetua. Curiosamente, una de estas vías dio lugar a la gran presencia de migrantes haitianos que vemos hoy en día en la frontera entre Estados Unidos y México”.
Ilustración haitiana
Atuesta señala igualmente el importante papel histórico del país caribeño no solo por constituirse en la primera república libre liderada por afroamericanos sino por su rol de apoyo a los movimientos independentistas americanos, condición que lo convirtió en centro activo para los ideales de la Ilustración que la historia convencional le atribuye a Europa.
Puedes leer: El tráfico de migrantes es un delito que se expande por medio mundo
“¿Habrían tenido muchos países latinoamericanos su independencia en el siglo XIX sin Haití?”, se pregunta la investigadora. “Es una pregunta que no podemos responder, pero el hecho de que sea una duda razonable dice mucho del papel crucial que este país ha desempeñado en nuestra historia común”.