No existe un tratamiento indicado para combatir el coronavirus. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dejado muy claro que lavarse las manos y quedarse en casa, son las mejores estrategias contra la pandemia que ha cobrado la vida de más de 17 mil personas en el mundo.
Sin embargo, hay cosas que pueden hacerse desde casa para ayudar al sistema inmunológico que incluyen hacer ejercicios -a pesar de estar en casa-, evitar las bebidas alcohólicas y llevar una dieta saludable, tres pilares que no solo deben tomarse en cuenta durante esta dura situación, sino que deben ser rutina.
Los alimentos ricos en antioxidantes, benefician al sistema inmunitario. La alimentación habitual debe ser variada, equilibrada y con abundancia de alimentos vegetales de colores intensos, pues suelen estar cargados de antioxidantes. Esta orientación puede ser suficiente para la mayoría de la población sana, pero a las personas vulnerables con mayor riesgo les conviene suplementar determinados micronutrientes (minerales y vitaminas).
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Zinc
El zinc es un mineral esencial con propiedades antivíricas. Participa en cientos de reacciones enzimáticas, protegiendo contra el daño oxidativo, participando en la cicatrización de heridas, generando ADN y, además, es necesario en la creación de hemoglobina. Los alimentos vegetales que aportan más zinc son las semillas de calabaza y de sésamo, seguidas de lentejas, garbanzos y anacardos o merey.
Vitamina E
La vitamina E en su forma natural mejora específicamente la actividad de las células inmunitarias tipo T, que suelen declinar al hacernos mayores. La suplementación con 200 mg/día mejora la actividad de las “células asesinas naturales” que eliminan virus, y la producción de interleucina-2 y anticuerpos. Se puede encontrar en las semillas y frutos secos enteros o en sus aceites virgen extra. Buenas fuentes de vitamina E son el aceite de girasol, las nueces pecanas o la mantequilla maní.
Vitamina C
Es la vitamina antioxidante por excelencia y accesible a través de alimentos frescos. La vitamina C estimula la producción de citoquinas e interferones, que son las proteínas que sirven al sistema inmunitario para luchar contra los virus. También mejora la capacidad de los neutrófilos (un tipo de glóbulos blancos) para eliminar virus patógenos.
Una naranja de tamaño mediano proporciona unos 65 mg de vitamina C, que es la dosis diaria aconsejada. Pero hay muchos otros alimentos ricos en Vitamina C: kiwis, pimiento rojo, fresas, mango, papaya, piña, melón, espinaca, coliflor, tomates y perejil fresco.
Vitamina D
La principal fuente de vitamina D es el sol, pues la sintetizamos en la piel cuando está expuesta a su luz. En general se estima que en invierno son necesarios 15 minutos de exposición al sol de la cara y los brazos en las horas centrales del día. La vitamina D también ayuda al cuerpo a absorber el calcio.
Los alimentos ricos en vitamina D incluyen yemas de huevo, pescado de agua salada e hígado. Otros alimentos, como la leche y el cereal, muchas veces están enriquecidos con vitamina D.