Si usted es como muchas personas, se propondrá en Año Nuevo comer mejor y hacer más ejercicio. Empezar una dieta y salir a caminar puede parecer sencillo, pero transformar esas acciones en hábitos puede resultar mucho más difícil de lo que parece.
Los estudios indican que casi la mitad de los adultos en Estados Unidos se plantean propósitos de Año Nuevo. De ellos, solo alrededor del 25% continúa cumpliéndolos 30 días después del inicio del año. Según una encuesta de Forbes del 2023 a 1000 adultos estadounidenses, solo alrededor del 1% sigue cumpliendo sus propósitos después de un año.
Cumplir un propósito de Año Nuevo requiere autorreflexión, contemplación y acción.

Considere los objetivos de “acción” frente a los de “resultado”, señala Laura Acosta, dietista registrada y profesora asociada de ciencias de la alimentación y nutrición humana de University of Florida.
“Por ejemplo, alguien podría proponerse perder 10 libras (4,5 kilos). Pero cuando nos obsesionamos con el resultado, es fácil desanimarse cuando la báscula no cambia”, dijo Acosta, profesora para UF Institute of Food and Agricultural Sciences (UF/IFAS). “En lugar de enfocarse en la báscula, intente pensar en acciones específicas que pueda tomar, como preparar un almuerzo saludable, dar un paseo por el vecindario o asistir a una clase de yoga”.
Además, muchas personas dicen que evitarán los dulces o que no comerán después de las 8 p. m. Pero estas acciones son punitivas y usted podría sentirse culpable si no logra cumplir ese objetivo, explicó Acosta.
“En cambio, definir las metas en términos de lo que haremos y hacia lo que avanzaremos nos ofrece un rumbo claro y genera un ambiente más positivo en torno a nuestros objetivos, a medida que ganamos motivación con acciones intencionales”, afirmó.
Las acciones deben ser específicas, medibles, basadas en la acción, realistas y con plazos definidos, indicó Acosta.

Así ilustra Acosta la manera de convertir un propósito de Año Nuevo relacionado con llevar un estilo de vida más saludable en un hábito concreto: “A partir del domingo 4 de enero y durante al menos dos meses, daré dos vueltas completas caminando por mi barrio por la noche, después de cenar, al menos cinco veces por semana”, dijo Acosta. “Para facilitarlo, dejaré mis zapatos deportivos junto a la puerta como recordatorio visual y motivación”.
Acosta y Heidi Radunovich, psicóloga registrada y profesora en UF/IFAS, analizan cómo desarrollar estilos de vida más saludables basándose en el Modelo Transteórico de Etapas de Cambio.
Este modelo contempla cinco etapas: precontemplación, contemplación, preparación, acción y mantenimiento. Si las personas comprenden en qué etapa se encuentran dentro del marco del modelo de “Etapas del Cambio”, podrán reconocer mejor si es más o menos probable que intenten modificar su comportamiento.
“No siempre estamos realmente preparados para hacer un cambio”, comentó Radunovich. Tal vez ni siquiera entendamos que necesitamos hacerlo o neguemos su importancia.
También debe reconocer que podría recaer en sus viejas costumbres de no comer tan sano como quisiera o de no hacer ejercicio. No hay problema, dijo Radunovich, profesora del Departamento de Ciencias de la Familia, la Juventud y la Comunidad.

“Lograr un cambio permanente puede requerir muchos intentos y todos podemos desviarnos del camino”, señaló. “Al final, cuanto más tiempo dediquemos a mantener buenos hábitos, incluso si debemos empezar de nuevo una y otra vez, mejor será para nosotros”.
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Radunovich añade que el Modelo Transteórico o de Etapas del Cambio no es perfecto. Por ejemplo, no todas las personas pasan por todas las etapas; algunas pueden avanzar y retroceder, o pasar directamente a la acción sin cumplir otras fases, entre otras variaciones.
“Sin embargo, la idea es que la intervención que más le ayude podría depender de la etapa del cambio en la que usted se encuentre”, indicó. “También debemos reconocer que no siempre estamos listos para hacer un gran cambio y eso está bien. Finalmente, debemos planificar las recaídas y procurar retomar el rumbo lo antes posible”.
Por UF/IFAS

































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