Hasta hoy las universidades de Princeton y Harvard son las que han reaccionado ante la decisión de la Administración Trump de excluir a los “dreamers” y otros estudiantes con situación migratoria irregular del paquete de ayuda que el Congreso aprobó para aliviar el impacto del coronavirus.
La reacción se debe a la restricción introducida en las nuevas normas publicadas el martes, que indican a las universidades cómo repartir más de $6,000 millones en becas y que fueron anunciadas por la secretaria de Educación, Betsy DeVos.
El paquete de rescate fue aprobado por el Congreso en una decisión de tono bipartidista y de acuerdo a defensores de los derechos civiles el texto de la ayuda no especifica qué estudiantes podían recibir el dinero.
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Muchas universidades tenían previsto distribuir las becas de emergencia entre estudiantes necesitados, independientemente de su situación migratoria.
Se estima que más de 400 mil estudiantes entraron en el país de forma ilegal. Más de un millón de alumnos internacionales están matriculados en universidades estadounidenses. Sobre estas acciones se estima que el comportamiento de la Administración Trump está en consonancia con el uso proselitista que estaría dando al manejo de la pandemia.
Recientemente anunció que suspendió por 90 días la emisión de visas de trabajo para proteger a los empleados estadounidenses.
Activistas estadounidenses creen que en el manejo de la pandemia la Casa Blanca está mezclando ideas de la Make America Great Again (MAGA) como una forma de “contentar” a la base votante dura que sigue al presidente Trump, que estaría descontenta por el manejo que ha tenido con respeto a la pandemia de la COVID-19.
Sueños rotos otra vez
La normativa antes de la enmienda hecha hace 24 horas por el Departamento de Educación, sugería que los centros tendrían mucha flexibilidad para distribuir el dinero, pero la nueva regulación indicó que solo los estudiantes que pueden optar a otras ayudas federales de educación pueden recibir la ayuda.
Es un hecho que el gobierno de Donald Trump vetó a la mayoría de estudiantes internacionales y a todos los estudiantes que entraron en Estados Unidos de forma ilegal de las becas universitarias de emergencia aprobadas por el Congreso dentro del paquete de rescate de $2.2 mil millones para aliviar el impacto del coronavirus.
Rechazo universitario
De acuerdo a datos encontrados en los medios locales se supo que algunas universidades de prestigio rechazaron los fondos citando la nueva política.
Un ejemplo está en la Universidad de Princeton, que anunció el miércoles que rechazaría los $2.4 millones que le correspondían de la ayuda por el coronavirus debido a esa cláusula.
Una decisión similar fue acordada por la Universidad de Harvard, que argumentó que debido a ese cambio rechazaría $8.7 millones en ayudas.
Asimismo se ha escrito sobre las reacciones de los empleados de la Universidad de California, Riverside. Se estima que esa alma mater tieneunos 600 estudiantes beneficiados por el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés), dirigido a estudiantes que entraron en el país de forma ilegal cuando eran niños.
Ahora, señalaron los empleados, recurrirán a otras fuentes de ingresos para ayudar a los estudiantes excluidos del programa federal.
Justificaciones y denuncias
El Departamento de Educación dijo que su medida estaba en línea con otras leyes federales. Angela Morabito, vocera del departamento, dijo que la ley sobre el paquete de rescate “deja claro que este fondo de ayuda financiado por el contribuyente debe ir dirigido a los ciudadanos estadounidenses, algo que se indica de forma repetida en toda la ley”.
Sin embargo, algunos activistas desafiaron cuestionaron esa afirmación. El American Council on Education, una asociación de presidentes de universidades, señaló que el paquete de rescate no establecía límites sobre qué estudiantes podían recibir ayuda.
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Los detractores de la medida señalaron que era especialmente injusta porque los mismos estudiantes ahora excluidos de las becas fueron contabilizados en la fórmula utilizada para asignar dinero a los centros.
La United We Dream Network, que defiende a receptores de DACA, dijo que era “cruel” por parte de DeVos excluir a tantos alumnos. Sanaa Abrar, director de activismo del grupo, instó al Congreso y a las universidades a buscar otras formas de ayudar a los estudiantes excluidos por el Departamento de Educación.