El estado de Florida, liderado por un gobernador republicano, inició una demanda contra la Administración del presidente demócrata Joe Biden por la política migratoria conocida como “catch and release” (atrapar y liberar), que permite dejar en libertad a los migrantes ilegales que fueron detenidos tras cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
La fiscal estatal Ashley Moody presentó la demanda en una corte federal en Pensacola, en el norte de Florida. El texto dice que las ilegales políticas fronterizas de la Administración Biden causan daños a los intereses cuasi soberanos de este estado al obligarlo a incurrir en gastos de millones de dólares.
La demanda es contra el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y agencias subordinadas como el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), así como contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
“Queremos que sean reinstauradas las políticas predecesoras” del Gobierno de Donald Trump en materia migratoria, dijo el gobernador de Florida Ron DeSantis en una conferencia de prensa en la que reprochó las que considera destructivas políticas migratorias y de fronteras abiertas.
DeSantis refirió que desde que Biden asumió la Presidencia el pasado enero, la Patrulla Fronteriza ha liberado a casi 250 mil migrantes ilegales en territorio estadounidense.
“Es absolutamente una crisis”, dijo el gobernador con respecto a la citada situación, y aprovechó la oportunidad para anunciar la designación del ex fiscal federal Larry Keefe como el nuevo jefe de Seguridad Pública en Florida.
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DeSantis dijo que dicha crisis se originó luego de la eliminación de políticas migratorias como “Permanecer en México” instaurada en 2019 por Trump, que en la actualidad son motivo de una batalla judicial y por la que unos 70.000 migrantes fueron obligados a esperar en el vecino país la evolución de sus solicitudes de asilo.
El gobernador puntualizó que muchos de esos peticionarios de asilo “ni siquiera califican” para ello.
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en el pasado agosto fueron aprehendidos más de 208.000 indocumentados en la frontera sur de Estados Unidos, esto un 2 % menos que los más de 212.000 detenidos en julio de este año cuando se alcanzó el mayor número de las últimas dos décadas.
El gobernador de Florida dijo que en julio más de 60.000 extranjeros ilegales fueron detenidos y luego liberados por la Patrulla Fronteriza, lo que significa un aumento gigantesco, según DeSantis, respecto a los 1.324 en esta categoría que fueron liberados en enero de este mismo año.