Una fiesta en la que participaban más de 1.500 personas terminó en violencia contra los oficiales de Policía que intentaron terminarla.
La policía de DeLand, en el centro de Florida, acabó con una fiesta masiva en una calle cuyos asistentes no cumplían con los protocolos de distanciamiento de COVID-19, no usaban máscaras y además terminó en violencia contra los oficiales y arrestos, según informaron medios locales este lunes.
Videos de la Oficina del Alguacil del Condado de Volusia muestran a cientos de personas festejando al lado de sus vehículos y la llegada de los policías en medio del tumulto, a los que recibieron lanzándole diversos objetos.
La oficina del Alguacil de Volusia, un condado situado al norte de Orlando, señaló que estas fiestas eran “peligrosas, sin sentido y vergonzosas” en medio de la pandemia de la COVID-19 que ha dejado cerca de 2.000 muertos y más de 45.000 contagiados en Florida.
La policía de DeLand señaló que durante el fin de semana por lo menos 3.000 personas hicieron varias fiestas en honor a un afroamericano que fue asesinado hace diez años.
La fiesta que congregó unas 1.500 personas fue la más grande y terminó con los arrestos de Alphonso Parker, de 27 años, y Charles Turner, de 37, por posesión de un arma de fuego y municiones siendo delincuentes convictos, resistirse al arresto e incitar a disturbios.
La policía señaló que esta fiesta en la calle además bloqueó el tráfico y causó otros riesgos de seguridad diferentes a los vinculados con el nuevo coronavirus.
La policía informó sobre un herido de bala que fue ingresado a un hospital. La víctima de 34 años tenía un disparo en el pie y dijo a la policía de Altamonte Springs que “estaba bebiendo con sus amigos y bastante ebrio cuando alguien comenzó a disparar”, según un informe del incidente.
“No estaba seguro del lugar exacto del tiroteo. Empezó a correr con todos los demás cuando sintió dolor en el pie. Dejó la zona con sus amigos y volvió a Orlando. Llegó a casa y se puso peróxido en el pie, lo envolvió y se fue a la cama. Cuando despertó fue al hospital AdventHealth Altamonte Springs para recibir tratamiento”, dice el reporte policial.
Por su parte el alguacil del condado de Volusia, Mike Chitwood, indicó que la intervención de la policía no tuvo que ver con la raza de los participantes, en su gran mayoría afroamericanos.
Lamentó que estas personas lanzaran botellas de vidrio a los agentes, apuntaron con un arma a una multitud y que dos de ellos, los detenidos, eran delincuentes convictos que se disparaban entre sí. “Se trata de la seguridad pública”, enfatizó Chitwood.
Florida está en la primera fase de reapertura de la economía, a la que se suman este lunes 18 de mayo los condados de Miami Dade y Broward, en el sureste, los más afectados por la pandemia con más de 21.000 casos de COVID-19 ambos.