El consumo de cigarrillos y otros productos de tabaco ha disminuido en la Florida en los últimos años, pero el uso de sus equivalentes electrónicos o vaporizadores va en aumento y preocupa a las autoridades del estado.
Según los datos divulgados por la agencia estatal Tobacco Free Florida (TFF), que celebra la semana de concienciación, del 22 al 28 de abril, “el uso de cigarrillos electrónicos aumentó aproximadamente 25% entre los estudiantes de secundaria básica, lo que significa un incremento de 58% respecto al año 2017”.
Esto significa que el 25% de los estudiantes usa cigarrillos electrónicos, “mientras solo el 4% de los adultos” hace lo mismo.
El informe especifica que aun cuando no está confirmado el daño que ocasiona el consumo de estos productos, “el líquido que genera el humo contiene nicotina, además de saborizantes y otros productos químicos, lo que a largo plazo podría ser perjudicial para los pulmones”, como planteó el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), con sede en Georgia.
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Por otra parte, los cigarrillos electrónicos tipo JUUL suelen contener nicotina, que es altamente adictiva y ocasiona irritación de las células bronquiales y funciona como agente cancerígeno en el pulmón.
Por ejemplo, un solo paquete de JUUL (que es la recarga necesaria) contiene tanta nicotina como un paquete de 20 cigarrillos tradicionales.
“JUUL utiliza sales de nicotina”, señaló el reporte, “lo que permite que la nicotina se inhale con más facilidad”.
Laura Corbin, jefa de la oficina estatal TFF dice que el aumento del uso de los cigarrillos electrónicos podría revertir la tendencia a la disminución que tiene el consumo de cigarrillos tradicionales.
Por ello Corbin exhorta a padres y maestros a orientar a los jóvenes acerca de los peligros de la nicotina, al mismo tiempo que los alienta a mantenerse alejados de cualquier producto relacionado con el tabaco.
El programa de prevención contra el tabaco y sus derivados que funciona bajo los auspicios del Departamento de Salud, comenzó en el año 2007 y desde entonces más de más de 212.000 floridanos han dejado de fumar.
De acuerdo con el informe, actualmente la Florida cuenta con 451.000 fumadores menos que hace 10 años, lo que ha significado un ahorro de 17.700 millones de dólares en gastos de atención médica.