Tras la furia liberada en el ataque contra los seguidores del Islam congregados en la mezquita Christchurch de Nueva Zelanda, donde la semana pasada al menos 49 personas fueron ejecutadas por un grupo extremista, Estados Unidos elevó la seguridad en los templos del país, entre ellos el ubicado en Filadelfia.
La repercusión global de la matanza, que fue transmitida en directo en una plataforma social y que ha sido difundida frenéticamente por los servicios de mensajería privada, ha elevado las alertas de terrorismo en Estados Unidos.
Filadelfia aumentó la presencia policial tanto en mezquitas como en sinagogas, según dijo el departamento de policía de la ciudad al medio Newsweek. En Boston, la policía también está monitorizando los lugares destinados al culto islámico.
La congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez ha animado a los no musulmanes a unirse al rezo semanal de los musulmanes en las mezquitas locales. Es, según Ocasio-Cortez, una manera de “estar cerca de ellos” y de negar el “miedo y el odio” con “amor valiente”.
Ilhan Omar, la representante del estado de Minnesota, quien se transformó en la primera legisladora de religión musulmana en el Congreso de los Estados Unidos, dijo vía Twitter que los musulmanes no pueden “vivir con miedo”.