Tras más de una década de espera, el sistema de Justicia de la ciudad ha accionado por primera vez la “Ordenanza de Armas Perdidas o Robadas”, una normativa que en Filadelfia obliga a los propietarios de armas de fuego a reportar al Departamento de Policía la pérdida o hurto de estas herramientas de defensa personal en el lapso de 24 horas después que se haya determinado su desaparición.
En horas recientes Filadelfia ha creado un nuevo hito con la ejecución de la primera acción de este tipo presentada por el Departamento de Derecho de la Ciudad. A través de esta ordenanza se podrán tomar medidas para reducir y prevenir la violencia armada y la presencia de armas ilegales en las calles. Entre las iniciativas a desarrollar está llevar un registro de las armas reportadas como robadas o desaparecidas, con el fin de ser dato importante dentro de los insumos criminalísticos de los investigadores.
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El procedimiento judicial fue recibido con agrado por el alcalde Jim Kenney, quien agradeció al Fiscal de Distrito y al Consejo General por asociarse con la Alcaldía en este esfuerzo, “y a nuestro Departamento de Leyes por llevar estos casos a la corte”.
“Esta acción es un primer paso importante para demostrar que hay consecuencias por el incumplimiento de esta ley de la ciudad”, dijo el alcalde Kenney. “Y lo que es más importante, es un ejemplo de nuestra determinación de combatir la violencia armada que azota a Filadelfia. Estamos decididos a utilizar las herramientas de que disponemos para poner fin a este flagelo. Esta ley es una de ellas”.
El plan de 2019
En enero de este año, la Oficina del Fiscal de Distrito de Filadelfia y la Oficina del Procurador de la Ciudad anunciaron una asociación para comenzar – por primera vez – a investigar y procesar activamente los delitos bajo esta ley. La presentación anunciada el lunes es la primera acción de este tipo presentada por el Departamento de Derecho de la Ciudad.
Originalmente patrocinada por el presidente del Consejo, Darrell L. Clarke, y la entonces miembro del Consejo Donna Reed Miller, la ley “Failure to Report Lost or Stolen Firearms” fue promulgada en 2008.
La medida busca mejorar la seguridad pública centrándose en las responsabilidades de los propietarios de armas cuando ya no están en posesión de sus armas. Requiere que los propietarios de armas de fuego que se pierden o son robadas reporten el asunto a la policía dentro de las 24 horas después de que se descubre la pérdida.
La ley también proporciona una herramienta adicional a los investigadores cuando un arma de fuego encontrada en la escena de un crimen se remonta a un propietario anterior que afirma que el arma de fuego había sido robada. Estas reclamaciones pueden ser simples encubrimientos de transferencias ilegales de armas de fuego. La amenaza de sanciones por no reportar estos robos puede ayudar a los investigadores a descubrir la verdad.
El peso de la ley
De acuerdo a la normativa los infractores de la ley son sancionables de multas de hasta US$2.000. La ordenanza también establece que dada día que continúa una violación, es una ofensa separada. Los infractores reincidentes pueden ser procesados como un delito sumario por la Oficina del Fiscal de Distrito (DAO por sus siglas en inglés) con hasta 90 días de cárcel.
La ordenanza exige que los propietarios de armas de fuego que se extravíen o fueran robadas reporten el asunto a la policía dentro de las 24 horas después de que se descubre la pérdida. Cuanto antes se notifique al Departamento de Policía de la desaparición de un arma de fuego, más probable es que se pueda sacar el arma de las calles y evitar que se utilice en un delito.
Hablan los actores
El presidente del Consejo, Darrell L. Clarke, frente a la ocasión dijo que “apoyamos firmemente esta acción civil contra un individuo por no reportar un arma de fuego perdida o robada a la policía como lo requiere la ley de la ciudad. El Consejo de la Ciudad ha apoyado por mucho tiempo la idea de que Filadelfia debe ser capaz de tomar medidas para reducir y prevenir la violencia armada y la presencia de armas ilegales en nuestras calles. Este es un paso en la dirección correcta para proteger mejor a nuestros ciudadanos de la violencia armada”.
El fiscal de distrito, Larry Krasner, apuntó que “la violencia armada está matando gente y amenazando las libertades de las comunidades en Estados Unidos todos los días”.
A su juicio la falta de un requisito obligatorio de reporte de armas de fuego perdidas o robadas permite a los compradores de armas ilegales alimentar a los criminales y a sus organizaciones”.
De allí que precisó su agradecimiento “al presidente del Consejo Darrell L. Clarke, por soportar su frustrante compromiso de una década y aguardar para ver imponer y hacer cumplir el requisito de armas perdidas y robadas de la ciudad”.
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“Estoy feliz de trabajar con el alcalde Kenney y la ciudad para reducir la violencia con armas de fuego mediante la aplicación conjunta de la ley de reporte de armas perdidas y robadas con la ciudad. Las administraciones anteriores del District Attorney’s Office (DAO) se negaron a aplicarla; estamos de acuerdo. Esta es sólo una de las muchas medidas necesarias para abordar la violencia armada que tiene sus raíces en la desesperanza entre los jóvenes; esperamos con interés trabajar con el Alcalde y otras partes interesadas del gobierno y de la comunidad en otras medidas para prevenir la violencia”, aseguró el Fiscal.
Este interesante hito tiene guarda para los interesados una copia de la demanda que fue presentada en el Tribunal de Causas Comunes de Filadelfia que está disponible a solicitud.
El procurador de la ciudad Marcel S. Pratt se hizo eco de estos sentimientos en nombre del Departamento de Derecho, que llevará estos casos a los tribunales: “Los abogados del Departamento de Asuntos Legales están aprovechando esta oportunidad para asociarse con las fuerzas de seguridad en el tratamiento de la crisis de salud pública de la violencia armada. Esperamos con interés nuestro continuo esfuerzo de colaboración en este enfoque progresivo y multifacético para hacer nuestra ciudad más segura”.