La época navideña es muy importante para muchas culturas, y eso no escapa de los puertorriqueños, pero lo que le sigue, es igual de relevante. Como el cierre no oficial de la temporada navideña más larga del mundo, las Fiestas de la Calle San Sebastián son algo imperdible en la isla.
Durante las celebraciones de varios días, San Juan se llena por completo de música en vivo, bailes improvisados en cada esquina e incluso actuaciones de circo. Las calles y plazas de la antigua ciudad de llenan de artistas y artesanos que también exhiben su trabajo, aunado a conciertos y fiestas. Hay quienes incluso comparan la fiesta con el Mardi Gras de Nueva Orleans.
¿Cómo se celebra?
Una misa en honor a San Sebastián marca el inicio de cuatro días de mucha cultura. Los elementos emblemáticos de la fiesta son zancudos, batucadas, agrupaciones musicales y los cabezudos, que representan a personalidades históricas.
Un desfile engloba a todos estos personajes y por supuesto, a los asistentes, que los siguen en las calles o disfrutan de la fiesta desde los balcones del casco antiguo.
En distintos escenarios del viejo San Juan, que engloba la Plaza de Armas, la Plaza del V Centenario o la Plaza Colón, se disponen grupos musicales de diferentes géneros que van ambientando el lugar desde el mediodía.
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Se estima que cada año participan más de 50 grupos de música, danza y teatro, además, más de 300 artesanos exponen y venden su arte. Durante el evento también se celebra una feria del libro en la que participan más de 20 editoriales.
Uno de los eventos más tradicionales y divertidos es el «rumbón de plena», que se trata de improvisaciones musicales en la calle; los participantes llevan sus propios instrumentos y tocan juntos mientras se unen cantantes y los demás bailan al son de la espontaneidad.
¿Cómo se originó la fiesta?
Los puertorriqueños la llaman SanSe, en teoría es la jerga para referirse a una fe de África occidental basada en las fuerzas de la naturaleza que es popular en el Caribe, significa confía en mi o todo está bien.
La temporada navideña comienza en Puerto Rico el 19 de noviembre, Día del Descubrimiento. La temporada continúa con la octavita de Reyes Magos.
Algunos expertos han señalado que la fiesta data del siglo XX. Se estima que en 1954 un sacerdote español decidió iniciar unas fiestas similares a las que se hacen a los santos patronos. Se hizo por cinco años mientras estaba el padre.
Luego, en 1970, una vecina de San Juan, Doña Rafaela Balladares, decidió rescatar el festival. Buscó voluntarios entre sus vecinos y se hicieron unos nuevos «cabezudos», que se convirtieron en un emblema de las fiestas.